8M - Día Internacional de la Mujer | Evolución

Que sea marzo los doce meses del año

Artistas e investigadoras del mundo de la cultura se posicionan ante el repunte de propuestas en el Día Internacional de la Mujer. El 8-M sigue siendo necesario pero lo ideal sería que no hiciera falta esta fecha.

Manifestación del Día Internacional de la Mujer en Tenerife.

Manifestación del Día Internacional de la Mujer en Tenerife. / Ramón de la Rocha

Martina Andrés

Martina Andrés

Una camiseta en la que se lee I am a feminist (Soy feminista) hecha por una empresa multinacional mundialmente conocida es una de las primeras señales de alarma de que algo extraño y perverso está pasando con el feminismo. El sistema absorbiendo y mercantilizando una lucha que busca hacerlo tambalear, que quiere romper con sus imposiciones, limitaciones y abusos. Hoy, un año más, marzo se viste de morado y, un año más, lo acompañan muchos colectivos, instituciones y empresas.

De repente, la demanda en el mundo cultural —y en otros sectores— de charlas, talleres u otras actividades impartidas por mujeres, se dispara: todos quieren sumarse a la causa, sacar obras de pintoras y escritoras de los cajones y quitarles el polvo, levantar el puño y pintarse las uñas de violeta. Y seguro que hay altruismo y buenas intenciones en muchas de estas iniciativas pero, en muchos casos, asistimos a un lavado de imagen a través del color morado, un purple washing al que el entorno se suma de forma oportunista durante uno o varios días para no ser menos que los demás. 

Color morado en logos o citas de mujeres que adornan publicaciones para que luego acabe marzo y que sigamos en las mismas: mesas redondas con una presencia anecdótica de investigadoras o ponentes, nombres de escritores hombres que llenan planes de estudios o voces masculinas bajo el epígrafe de expertos, son algunos de los ejemplos que ilustran que la tendencia del mes de marzo no es todavía más que una ilusión propiciada por la fecha señalada. Y sí, el 8-M continúa siendo más que necesario, cualquier esfuerzo o aportación es bienvenida. Pero que ello no nos haga perder el foco de cuál es el verdadero horizonte: que un día consigamos que no haga falta estar en alarma perpetua, que un día sea marzo todos los meses del año.

Laura Teresa Morales.

Laura Teresa Morales. / LP/DLP

Laura Teresa Morales

Historiadora y crítica de arte

«Cuando se acerca marzo hay un repunte de propuestas»


«Creo que hay un esfuerzo que se empieza a notar para que esto empiece a ser más equilibrado y que a lo largo del año tengamos una presencia de mujeres en actividades de cualquier ámbito. Pero, efectivamente, hay un repunte importante en marzo: hay personas en concreto que sí que notan que la mayoría del año están un poco a la expectativa, a ver qué puede surgir y cuando se acerca el mes de marzo les empiezan a hacer propuestas con bastante inmediatez. No se acuerdan proyectos con antelación, sino que empieza el año, arrancas, y cuando se acerca marzo tienes un repunte de propuestas que hay que hacer muchas veces con bastante premura. Esto es un punto contraproducente porque te hace mostrar cosas que tal vez no te ha dado tiempo de trabajar lo suficiente, no puedes mostrar lo que hubieras podido ofrecer si hubieras tenido más tiempo, más preaviso. Pienso que esto es algo que hay que normalizar: me parece muy importante que tengamos una fecha señalada, hay que recordar que hay una lucha y que no podemos bajar la guardia. Me parece fundamental que así sea. Por una cuestión de coherencia, debemos tratar entre todos de normalizar esto. A lo largo de todo el año, vemos que funcionamos ya de una manera normalizada, en todas las actividades que estamos desarrollando desde todas las entidades, públicas o privadas, hay una manera equilibrada de hablar de personas, sean hombres o mujeres. Creo que ejercer la igualdad también en este sentido es una de las mejores maneras de hacer que cale. Marzo es un mes intenso. Yo por fortuna estoy trabajando todo el año, pero suele ser un mes en el que no te da la vida. Creo que tenemos 12 meses para hablar de todo esto sin otras excusas».

La docente, investigadora y comisaria Yolanda Peralta.

La docente, investigadora y comisaria Yolanda Peralta. / Patricia de Pablo

Yolanda Peralta

Docente e investigadora

«La pregunta que deberíamos hacer es qué pasa el resto del año»

«En el mes de marzo las mujeres somos las grandes protagonistas de las agendas culturales. La pregunta que deberíamos hacernos es qué pasa el resto del año. El resto del año prácticamente no existimos en las programaciones culturales, en los ciclos de conferencias, cursos, en exposiciones tanto individuales como colectivas... Hablo de las artes visuales, pero esto podemos hacerlo extensible a las artes escénicas, a la música, a la literatura. A lo que asistimos en muchas ocasiones, sobre todo coincidiendo con el mes de marzo es al purple washing, ese lavado morado que llevan a cabo muchas empresas, muchas instituciones, incluso personas, que utilizan claramente la cara feminista para lavar su imagen o mostrarnos lo comprometidos que están con la causa feminista cuando  no es así. A poco que indaguemos en esas empresas e instituciones culturales y artísticas, veremos que el feminismo brilla por su ausencia. Lo importante es evidenciar todo esto y el resto del año defender la presencia de las mujeres en el mundo de la cultura».

Teresa Correa.

Teresa Correa. / Nacho González Oramas

Teresa Correa

Fotógrafa y artista visual

«El 8M se puede convertir en un arma arrojadiza»


Concentrar todas las actividades que tienen que ver con la visibilización de las políticas, de las luchas, etcétera, durante un mes en el año a mi me chirría ya. Yo creo que deberíamos, a estas alturas, haber normalizado el que las mujeres tenemos que estar presentes no un mes en el año, sino todo el año. Como no hemos llegado a esas cuotas de igualdad, a pesar de que me rechina el marzo-mujer, seguimos contando con este mes. Es un mes que también se utiliza para contratar y llamar a muchas mujeres para dar charlas, talleres, exponer su obra… Yo tengo la suerte de que, a pesar de estar esta semana en Altamira porque voy a presentar un trabajo que me compró el Ministerio de Cultura de 2022, tengo la suerte de estar trabajando todo el año: me llaman para proyectos, exposiciones y charlas más allá del mes de marzo. Me siento muy afortunada. Entiendo la necesidad de que todavía exista un mes en el que se reivindique la presencia de las mujeres y el romper el techo de cristal que pende por nuestras cabezas pero, por otro lado, el 8-M y el mes de marzo se pueden convertir en un arma arrojadiza. Pareciera que más allá de estas fechas, no hubiera nada. Y por supuesto que sí: marzo es el mes en el que se visibiliza la causa, pero el camino lógico hacia la igualdad es el que en algún momento no exista un marzo mujer».

Nira Santana.

Nira Santana. / LP/DLP

Nira Santana

Artista e investigadora

«Detrás del mes de marzo suele haber un trabajo continuo»


Este 8-M me gustaría poner en valor el trabajo de las mujeres en las instituciones, en marzo y el resto del año. En mis 20 años de trayectoria he podido comprobar que, generalmente, quienes están al frente de las políticas de igualdad en los organismos públicos, son mayoritariamente mujeres. Mujeres con iniciativa y con ganas de hacer muchas cosas, pero que en ocasiones se ven frenadas por sus compañeros de trabajo o de partido. Es cierto que en marzo se concentran una gran cantidad de actividades pero, considero que detrás, suele haber un trabajo continuo que me ocupo de observar el resto del año. Es necesario analizar esta cuestión desde la perspectiva de género y reconocer y hacer visible el trabajo de quienes lo están haciendo bien en las instituciones, que son muchas, para que puedan ser ejemplo de aquellas personas que aún no lo tienen claro. Por otro lado, y para no hablar de impresiones sino de realidades, los instrumentos de evaluación cualitativa y cualitativos son necesarios para conocer el grado de cumplimiento de las leyes en materia de igualdad».

Ana Beltrá, en la casa-museo León y Castillo.

Ana Beltrá, en la casa-museo León y Castillo. / LP/DLP

Ana Beltrá

Artista plástica

«El 8M es un momento para mostrar los vacíos en todos los campos»


«Hubo un tiempo en el que me dio un poco hasta de manía el tema del 8M. Lo que pasa es que, al final, hay tanto que reivindicar, que veo que el tema del Día de la Mujer es un momento para mostrar un montón de vacíos en todos los campos de desigualdad que existen. Ya no solo en el campo de las artes. Sí que es cierto que me llama la atención todo el tema de la revuelta de los micromachismos, esa cantidad de micromachismos que siguen existiendo en tantos campos profesionales. Al fin y al cabo, creo que es positivo que se siga dando el altavoz este al 8-M, porque sirve para seguir engrasando el motor para el cambio. Lo veo positivo. Sí que es cierto que a mí me llaman en el 8-M. Es cierto que ahora sacan los fondos de obras de mujeres en diferentes colecciones y son oportunidades también. Evidentemente, debería de ser todo el año. Pero hasta que no consigamos una igualdad real, una equidad real, seguiremos luchando, amplificando el mensaje, seguiremos denunciando todas las desigualdades, toda la violencia de género. Es cierto que ahora hay leyes que obligan a las empresas a tener cierto porcentaje de presencia femenina y eso es muy positivo. Las grandes instituciones están obligadas a tener un porcentaje de mujeres artistas en sus programas, en sus exposiciones. Esto es positivo porque se va caminando hacia la igualdad. Todas queremos que el mes de marzo sea todo el año, pero esto sirve para poner el foco, el amplificador, subir el volumen, hacer ruido. Hay gente a la que le resulta molesto, pero hasta que no consigamos una igualdad en la que esté toda la sociedad implicada, seguiremos luchando».

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