Canarias, sede de un proyecto piloto europeo de inclusión digital y social

El programa RedLab Canarias cuenta con un presupuesto de ocho millones de euros del Ministerio de Inclusión proveniente de los fondos NextGenerationEU

Parte del equipo del proyecto RedLab Canarias en su sede de la capital grancanaria.

Parte del equipo del proyecto RedLab Canarias en su sede de la capital grancanaria. / LP / DLP

Canarias, sede de un proyecto piloto europeo de inclusión digital y social. Canarias está desarrollando uno de los siete proyectos pilotos de itinerarios de inclusión digital y social adaptados a las características socioeducativas y capacidades digitales de la población. El proyecto, RedLab Canarias fue seleccionado por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para combatir la brecha digital que afecta especialmente a las personas perceptoras del Ingreso Mínimo Vital y de la Prestación Canaria de Inserción. 

El proyecto está dirigido y coordinado por la Red Europea de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social de Canarias (EAPN Canarias). Cuenta con un presupuesto de ocho millones de euros concedido por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones financiados por los fondos NextGeneratioEU de la Unión Europea, en el marco del Plan Nacional de Recuperación Transformación y Resiliencia del gobierno central. «El proyecto intenta superar las distintas brechas que existen y modernizar la sociedad hacia la digitalización y la sostenibilidad. La cuestión digital es un factor que puede generar más exclusión social o una nueva», explica Graciela Malgesini, directora de RedLab Canarias. 

El objetivo es combatir la brecha digital que afecta a las personas perceptoras del Ingreso Mínimo Vital y de la Prestación Canaria de Inserción con edades entre los 45 y los 65 años y con bajo nivel de estudios y pocas habilidades digitales. Una realidad que dificulta su acceso al mercado laboral y su vida cotidiana en general, imposibilitando o limitando su acceso a derechos fundamentales.

«Hay una asociación directa entre hogares con ingresos menores a 900 euros, falta de dispositivos y de capacidades digitales. También hay correlación directa entre personas mayores de 45 años y con un alto nivel de desconocimiento o de falta de capacidades digitales. A ellos van destinados», añade.

Investigación

La iniciativa cuenta con la asociación del Gobierno de Canarias, a través de la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud, y pretende reducir la brecha de forma experimental, de ahí que sea un proyecto piloto y que esté desarrollando paralelamente una exhaustiva investigación sobre las necesidades, su desarrollo y eficacia. 

«Queremos probar dos hipótesis. Una es que si les damos dispositivos y no tienen la menor idea de cómo funcionan no superan la brecha digital ni mejoran su empleabilidad. La otra es que si les enseñamos una serie de cuestiones relacionadas con las competencias digitales europeas, les acompañamos, trabajamos sus habilidades sociales y mejoramos su capacidad de buscar empleo y de interacción social. Así van a tener una alta posibilidad de superar la brecha digital. Esas son las dos cuestiones a investigar», detalla.

La investigación que están desarrollando tiene varios objetivos claros. «Lo que se busca es que antes de poner una política en marcha probar si funciona, que efectividad tiene, a dónde llega, si logra sus objetivos y cuánto cuesta. Todo esto siguiendo una gran cantidad de indicadores y con una contabilidad rigurosísima que se audita de permanentemente», dice. Una vez finalizado se procederá a su evaluación durante el mes de noviembre y diciembre para ver los resultados y potencialmente se puede ampliar a más comunidades autónomas y a otros países europeos. De momento, se está desarrollando en Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura y La Palma. Para ello se procedió a la entrevista de 14. 880 candidatos y candidatas, que cumplían con el perfil, de los que se eligieron a 3.010. De estos, el 77% perciben el Ingreso Mínimo Vital y el 22% la Prestación Canaria de Inserción. Por islas, el 48,7% residen en Tenerife, el 38,9% en Gran Canaria, el 3,2% en Lanzarote, el 4,6% en Fuerteventura y el 3,3% en La Palma. «En La Gomera y El Hierro no encontramos personas de estos perfiles es muy poca la población que encaja en el perfil que buscamos. Además, debían estar dispuestos a participar en el proyecto», subraya Malgesini. 

Formación

La acción formativa abarca desde el 23 de enero hasta al 30 de marzo de 2023. Cuenta con 105 horas lectivas (99 horas presenciales y 6 virtuales) y más de 30 horas de prácticas en las entidades, empresas e instituciones que se han adherido al proyecto. 

Para ello se trabaja de forma simultánea en 58 nodos o aulas distribuidas por las cinco islas participantes en el proyecto, gracias a la colaboración de varias entidades. En cada una de ellas hay una media de 15 alumnos para que la formación sea lo más cercana y personalizada posible. 

La acción formativa arrancó con una primera fase con la preparación de los formadores durante dos meses en diferentes temas no solo relacionados con las competencias digitales, para prepararles para afrontar una brecha digital que tiene un carácter relacionado con la exclusión social que en las Islas tienen un sesgo de edadismo. «Toda esta gente ha sido sistemáticamente discriminada por ser pobre, por tener más de 45 años, por ser mujer, extranjeros o tener una identidad de género diferente a la heteronormativa», subraya.

Tras esta primera fase se eligieron los nodos o centros donde se iban a realizar las formaciones con parte de las personas entrevistadas previamente. «Son 10 semanas de formación, estamos en la séptima y hemos notado cambios impresionantes en términos de habilidades, aptitudes y emociones. Algunos incluso han encontrado trabajo y son más independientes en las redes», sentencia.

Cuentan con un equipo humano de 80 personas

Otra de las premisas a la hora de desarrollar este proyecto piloto estaba en conseguir la máxima implicación de la sociedad canaria y de sus actores. De hecho, el proyecto que desarrolla la Red Europea de Lucha Contra la Pobreza y la Exclusión Social de Canarias (EAPN Canarias) cuenta con un equipo humano de 80 personas de las que el 91% son de origen canario. «También el 91% de nuestros proveedores son empresas de aquí. Hemos querido contar con la implicación de la sociedad canaria», expone Graciela Malgesini, directora de RedLab Canarias. Para probar la metodología que están desarrollando necesitan homogeneidad, además así se garantiza que los resultados finales de la investigación no estén contaminados. «Por eso ponemos mucha insistencia en la planificación y en los contenidos. Así se puede continuar la formación en el punto donde se dejo si hay algún contratiempo o imprevisto con los formadores», añade. Desde los primeros pasos del proyecto las visitas tanto del Ministerio de Inclusión Social, Seguridad Social y Migraciones como de la Consejería de Derechos Sociales, Igualdad, Diversidad y Juventud del Gobierno de Canarias son una constante, confirmando la monitorización continua de la iniciativa.

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