Las Teresianas se consolida como "escuela de donantes" con una campaña en el centro

«30 minutos de nosotros es una vida para alguien». Este es el espíritu con el que, en torno a 50 alumnos y alumnas de segundo de Bachillerato del Colegio Teresiano en Las Palmas de Gran Canaria han desarrollado una campaña dirigida a «promover, inspirar y concienciar» a la población de la importancia de donar sangre, bajo el lema Dona sangre, suma vida, con la colaboración del Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia (ICHH). La iniciativa, que comenzó en 2018 con el objetivo de crear cantera de futuros donantes, se ha marcado como reto este año alcanzar a las cien donaciones en un día.

Con este objetivo, el centro educativo abrió ayer sus puertas para recibir a donantes de sangre en el salón de actos, inscritos previamente a través de la campaña realizada por los estudiantes entre sus familiares y en redes sociales, además del trabajo de organización de citas, cartelería, asesoramiento, atención a los visitantes, etc. «Esta iniciativa es muy importante para nosotros, porque donar es un acto bondadoso, es generoso ayudar a los demás y sólo nos dedica un día. Estamos todos muy contentos, súper motivados y motivando a los demás, para que pongan su granito de arena», señaló Claudia Armas, alumna de 2º de bachillerato.

Aunque el punto de partida para el alumnado es su propia familia, convirtiéndose ellos en motor de incentivación para la donación en sus hogares, los cierto es que sus esfuerzos han ido más allá para «llevar nuestras voces más lejos», según apuntó Claudia en referencia a la campaña de difusión llevada a cabo a través de las redes sociales. «Nuestro mensaje es que donar requiere sólo 30 minutos de tu vida y hay gente que está luchando para poder vivir y hay que aportar un granito de arena, hoy por nosotros y mañana por ellos», apuntó la joven de 17 años, que tiene claro que cuando cumpla los 18 se hará donante. «Me ha motivado un montón ver el ambiente que hay, es mucho más tranquilo de lo que se piensa y súper seguro. Yo creo que vamos a superar el reto de los cien donantes porque están llegando también gente que pasa por la calle, ven los carteles y las huellas en el suelo y les llama la atención. Todos son bienvenidos», subrayó.

Fórmula educativa

La campaña, que se realiza desde la asignatura de religión, bajo la coordinación del profesor Jorge Beltrán, se sustenta en la metodología educativa de aprendizaje-servicio. «Partimos de que los alumnos tienen que aprender algo, para luego ponerlo al servicio de la comunidad. En este caso lo hacemos con la donación de sangre, una campaña que surgió ya en el 2018 a raíz de que una profesora del colegio tuvo que ir varias veces al hospital y allí escuchó que hacía falta sangre y se le ocurrió juntar la metodología con este servicio. El resultado es una actividad en la que el alumnado está muy motivado», indicó Jorge Beltrán.

Profesor y alumnos llevan trabajando desde finales de enero en esta iniciativa, que se inició con una charla por parte del personal del ICHH en el centro, en la que explican a los estudiantes, desde el proceso para donar sangre, la importancia de donar, para qué se utiliza, como se maneja, y como se divide cada bolsa de sangre en tres partes -glóbulos rojos, plaquetas y plasma-. Luego los estudiantes idean un lema para la campaña, realizan la cartelería y promocionan la jornada de donación, que tuvo lugar ayer, 15 de marzo, entre sus familiares, redes sociales y medios de comunicación.

La actividad que desarrolla el centro educativo desde 2018, se basa en la metodología de aprendizaje-servicio

También se encargaron de habilitar el salón de actos del colegio, que ayer se convirtió, entre las 9.00 y las 19.00 horas, en un punto más de extracción de la red del ICHH. El alumnado, organizado por turnos, se ocupó de dar las citas a los donantes, recibirlos, explicarles los pasos del proceso, acompañarlos a la zona de donación donde están los sanitarios del ICHH y luego trasladarlos a la zona habilitada para comer algo y descansar una vez que han donado.

Uno de los primeros en donar fue Efrén Pérez, padre de una alumna de 6º de Primaria, quien calificó positivamente dicha iniciativa «porque es una forma de que los niños se vayan concienciando de este tipo de actos altruistas, que no cuestan nada y pueden salvar muchas vidas».

También contaron con la participación de antiguos alumnos del centro educativo, que acudieron a donar, cumpliendo así con otro de los objetivos de este proyecto educativo que es la «fidelización» de las nuevas generaciones de donantes.

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