Canarias clama contra el deterioro de los servicios públicos. Desde las diez y media de la mañana de este sábado una riada de ciudadanos fue concentrándose poco a poco en el parque San Telmo, en Las Palmas de Gran Canaria, para participar en la manifestación en defensa de los servicios públicos convocada por varias organizaciones sociales. Bajo un sol abrasador y con la calima presente los participantes fueron tomando posiciones mientras comenzaban a corear las primeras consignas. La portavoz del Espacio de la Confluencia de Gran Canaria, Fernanda Gadea, explicó que "razones no faltan para salir a las calles", porque a su juicio "esta reivindicación va más allá de la sanidad pública, es por la defensa de los servicios públicos en general".
"La salud se defiende, no se vende", comenzaron a gritar a pleno pulmón un grupo de sanitarios, ataviados con sus batas blancas de trabajo y con el logotipo del Servicio Canario de la Salud (SCS). También estaban presentes un grupo de trabajadores de Urgencias del Insular con una pancarta donde se leía 'Pasillos cero', el eslogan que usan en redes sociales para denunciar el caos que viven a diario en el servicio. Entre medias aparecieron dos lápidas con la leyenda 'RIP. Sanidad Pública' y 'RIP. Servicios Sociales' que resumen el sentir de la protesta. "Nos están robando los servicios públicos, por eso tenemos que salir a la calle no nos queda otra", explica Lourdes Quintana, sanitaria.
"La sanidad pública se está deteriorando a un ritmo muy alarmante. Cada vez hay más listas de espera, el colapso en las Urgencias del Hospital Universitario Insular de Gran Canaria se ha vuelto normal y los trabajadores estamos cada vez más precarizados", denunciaba un enfermero del SCS. Junto a él, un grupo de compañeras de trabajo apuntaban a la falta de medios humanos y técnicos para paliar el déficit existente y un desvío de fondos y de personal a los centros concertados y privados. "Deben derogar el decreto que permite la privatización de la sanidad, solo así defenderemos la sanidad pública", apuntaba una de las sanitarias. Llaman a la concienciación de la ciudadanía ante el deterioro cada vez más rápido del sistema público. "En otras comunidades autónomas llevan tiempo saliendo a la calle, aquí nos ha costado pero los problemas son los mismo", añaden.
Privatización
Ellos no fueron los únicos en acudir a la protesta. Al personal sanitario de todos los hospitales y centros de Atención Primaria de la Isla, se sumaron socorristas de playa de la capital grancanaria, pensionistas, familias, trabajadores de los centros sociosanitarios y empleados del Instituto Canario de Hemodonación y Hemoterapia (ICHH). Estos últimos denunciaron la privatización encubierta del organismo público y la indefensión ante los cambios anunciados en 2019 y que aún no se han llevado a cabo por la presión de los empleados.
"Cuando llega el proceso de estabilización sale una resolución en la que los trabajadores tienen que estabilizar como si trabajasen en entidades públicas empresariales. No correspondía, además se recoge que el personal del ICHH no son empleados públicos", subrayó Carola Sánchez, portavoz de los trabajadores del ICHH. El pasado mes de julio de 2022, tras meses de huelga, firmaron un acuerdo con la Consejería de Sanidad con una serie de puntos para negociar que aún no han sido tratados. "Consideran que se puede negociar, pero al final no nos hemos sentado, no nos han vuelto a convocarnos. El acuerdo se incumple", añade Sánchez.
Insisten en que de llevarse a cabo los planes de Sanidad Canarias sería la única comunidad autónoma con su centro de transfusión de sangre fuera de la gestión puramente pública. "Reivindicamos que las cosas se hagan correctamente. Un servicio en el que no se valora el capital humano que tienes dentro al final termina repercutiendo en la calidad del servicio y en los ciudadanos", remarca.
Comienzo de la marcha
Sobre las once y cuarto de la mañana una marea humana comenzaba la manifestación en defensa de los servicios públicos y contra el deterioro de los mismos rumbo hacia la sede de Presidencia del Gobierno de Canarias. Con paso lento la riada de ciudadanos fue avanzando hacia la calle Bravo Murillo mientras los pitos, los gritos y las consignas iban ganando en decibelios.
"Somos pacientes no clientes", "en las listas de espera estamos la clase obrera" o "más personal, mejor servicio" fueron algunos de los cánticos que resonaban por la calle rumbo hacia el Cabildo de Gran Canaria. Una vez la cabecera alcanzó este emblemático edificio los manifestantes hicieron una parada de dos minutos para denunciar la política social que realiza la entidad social. "Los trabajadores de Taliarte y del centro sociosanitario de El Pino tienen unas condiciones de trabajo deplorables. No hay plazas para nuestros mayores y no se está haciendo nada por evitarlo", denunciaba megáfono en mano uno de los convocantes de la protesta.
Y es que, las listas de espera en dependencia y la falta de plazas en centros sociosanitarios para cubrir la demanda existente, y que irá en aumento en los próximos años ante el envejecimiento de la población, fue otra de las reivindicaciones que protagonizaron la mañana. "Es la pescadilla que se muerde la cola. Si no se libran esas camas porque no hay plazas sociosanitarias se está frenando el ingreso de otros pacientes en el sistema", explica Víctor Álamo, enfermero del SCS.
Pensionistas
En esta protesta en defensa de los servicios públicos no podía faltar una representación de los pensionistas y jubilados canarios. Isabel Talavera, secretaria de la plataforma Asociación de Pensionistas de Gran Canaria detallaba la decena de razones por las que están en esta lucha. "Una vez más, y esperemos que sea el principio del final, estamos contra las privatizaciones. La situación sanitaria en Canarias está el colapso absoluto, los hospitales y los centros de salud no pueden más. Además se ha privatizado el servicio de ambulancias, es inadmisible que un enfermero para volver a casa de una operación tenga que esperar horas y horas. Al final, tarde o temprano eso nos afectará a todos", sostiene Talavera. Por si fuera poco, apuntan que la recién anunciada reforma del sistema público de pensiones lleva una privatización en cubierta. "
Sobre las 11.30 horas la cabecera de la manifestación entraba en el Paseo de Tomás Morales ocupando todo el ancho de la vía mientras varios vecinos se asomaban ante el ruido de la protesta sumándose desde sus ventanas a las consignas que gritaban. "El pueblo unido jamás será vencido", se oía por toda la calle. La manifestación volvió a realizar una parada reivindicativa al llegar al Obelisco al estar cerca de la sede del ICHH, cuyos trabajadores participaron activamente en la protesta. Poco después, al alcanzar el centro sociosanitario de El Pino se volvió a parar el ritmo y los presentes irrumpieron en un estruendoso aplauso mientras varios residentes del centro les animaban desde sus ventanas.
Manifiesto
La marcha llegó sobre las 12.30 horas a la sede de Presidencia del Gobierno de Canarias donde se procedió a la lectura del manifiesto. La cola de la protesta alcanzó la Plaza Doctor Rafael O Shanahan quince minutos después de que lo hiciera la primera pancarta. "Los colectivos y las personas que nos hemos citado tenemos un serio motivo para estar presentes: reivindicar unos servicios sanitarios y unos servicios públicos de calidad para todas las personas", comenzaba el manifiesto. Denunciaron que se tardan hasta diez días para tener cita con el médico de cabecera o hasta cuatro meses para ver al especialista. "Una lista en la que desesperan más de 32.000 pacientes en Canarias. Una lista que nos sitúa de nuevo a la cola", apuntaron. Exigieron el comienzo inmediato de la nueva torre pediátrica del Materno y de la rehabilitación del Materno Infantil, la paralización de la privatización de las torres de control de tráfico aéreo de Canarias o del Servicio de Correos. "Blindemos nuestros derechos y no permitamos que unos pocos, los pocos de siempre, nos roben la vida. Saldremos a la calle las veces que haga falta para exigir alto y claro unos servicios públicos de calidad, saldremos para demostrar que cuanto todo falla, la sociedad organizada responde", culminó.