Estudios apuntan que los fumadores que lo dejen mejorarían su calidad de vida e incluso revertirían daño cardiaco

Químico de la UNAV sobre el tabaco: "Hay que poner el acento en la combustión. Lo que mata es el humo"

El catedrático en química analítica, Miguel de la Guardia, interviene durante el encuentro informativo de Europa Press ‘Control del tabaquismo: ¿lo sabemos todo?’

El catedrático en química analítica, Miguel de la Guardia, interviene durante el encuentro informativo de Europa Press ‘Control del tabaquismo: ¿lo sabemos todo?’ / A. Pérez Meca - Europa Press

El catedrático de química analítica y profesor de análisis químico de la Universitat de Valencia, Miguel de la Guardia, ha explicado que los estudios recientes sobre exposición a las sustancias del tabaco de combustión ponen de manifiesto que cesar su consumo implica una mejora sustancial en la calidad de vida e incluso una capacidad del cuerpo para revertir gran parte de los daños cardiacos causados.

A este respecto, contó que él y su equipo están trabajando en un proyecto con la Fundación España Salud en el que están analizando "cómo evolucionaban los marcadores" de sustancias nocivas con unos "resultados que son bastante prometedores, porque demuestran que a lo mejor hay una memoria del tabaco que cuando uno deja de consumir tabaco quemado bajan los marcadores de riesgo".

"Yo lo veo a nivel molecular, no soy médico, pero creo que a nivel asistencial necesitaríamos más sinergias y analizar la calidad de vida de los fumadores cuando han cesado. Ese es el tema, dejar de consumir el cigarrillo de combustión y cómo hacerlo", sentenció durante un encuentro organizado por Europa Press bajo el título 'Control del tabaquismo, ¿lo sabemos todo?'.

Además, citó al doctor Juan Viña, también de la Universidad de Valencia, cuya investigación apuntaría a "una propensión enorme" de aquellos que han sido fumadores a enfermedades pulmonares, pero "aparentemente las [consecuencias] cardiacas son las que se puede revertir".

"Por eso estamos muy comprometidos en ver qué es lo que está pasando cuando alguien deja de fumar y de convencer al fumador empedernido de que vivirá mejor, más y de que sus riesgos de enfermedad disminuirán. Ahí es donde tenemos que poner la carne en el asador", sentenció en el transcurso de este encuentro informativo, apoyado por Philip Morris con el objetivo de generar debate social sobre pasado y presente del sector tabaquero.

De la Guardia destacó que la prevalencia del tabaquismo "disminuyó y ha vuelto a incrementarse", lo que hace que sigamos "teniendo un problema muy grave". Pero, consideró, hay que tener claro que "la nicotina nos hace adictos, pero lo que nos mata es el humo del tabaco".

VAPEAR O EL TABACO CALENTADO ES UNA CESACIÓN DEL TABACO DE COMBUSTIÓN

Para el experto, "no basta con prohibir fumar" y considera que "vapear o consumir tabaco calentado es una cesación del consumo de tabaco de combustión" en sí mismo. "Lo que está demostrado es que el tabaco de combustión mata, lo otro es verdad que llevamos poco tiempo con estos nuevos productos y tenemos que seguir estudiándolos y controlarlos", incidió.

"Normalmente los vapeadores y fumadores de tabaco calentado provienen de fumadores irreductibles que intentaron dejarlo y no consiguieron. Algunos han sustituido esa práctica por otra práctica y esa es la población que hemos estudiado y hemos visto dos cosas: una que en el aliento del vapeador no había dióxido de carbono, lo que nos previene de problemas importantes de coronaria, que los compuestos orgánicos volátiles caían en picado, prácticamente desaparecían y que las partículas en suspensión bajaban mucho, tanto en la atmósfera como en el aliento", remarcó.

El aliento es un "bioindicador de los pulmones de cómo han sido agredidos con esa práctica y en su respiración hay una memoria". Además, y en segundo lugar, se han analizado las orinas de fumadores de largo plazo pero que llevan entre 1 y 2 años vapeando y se ha podido observar que "la mayor parte de los metabolitos de los biomarcadores de exposición bajan". "Así que creo que eso hay que abordarlo", consideró.

"Habida cuenta de que el tabaquismo es un problema, veamos cómo eliminarlo, cómo conseguir que el fumador de tabaco de combustión deje de hacerlo y veamos el porcentaje de éxito de las distintas terapias: parches, chicles, caramelos y también estas nuevas alternativas", mantuvo.

Para el experto, "la ventaja del tabaco calentado y el vapeo es que reproducen la gestualidad de fumar y en ese sentido evitan ese desasosiego del fumador de toda la vida". "El control de estos productos debe ser exhaustivo en cuanto a calidad y a evitar que nuestros jóvenes se inicien", defendió.

Sobre los medicamentos para dejar de fumar, como el retirado Champix o el nuevo Todacitan, se mostró partidario de que "se ensaye todo" pero, eso sí, "que después del ensayo se sepa cuáles son los resultados", cosa que no ha ocurrido con Champix.

"¿Cuántos lo dejaron, cuántos no?, ¿su calidad de vida mejoró? Si no, hemos hecho un viaje en balde. Lo mejor es información y datos, y el ministerio debería invertir en estudiar la capacidad de todos los ensayos para deshabituar a la gente que está presa del tabaco", abogó.

"ASUSTAR CON UN PULMÓN NEGRO" HA QUEDADO "VIEJUNO"

Además, consideró que "asustar con un pulmón negro" en la cajetilla de los cigarrillos, algo que cree que ha quedado "viejuno" y no surte efecto, se debería optar por informar mejor de los efectos, consecuencias e incluso de la fiscalidad del tabaco.

"En vez de esas fotos en las cajetillas, que ellos ya ponen del revés, sería mejor informarles de que de la cantidad que usted está pagando hay un porcentaje de lo que recaudamos en impuestos que es para poder cuidarle cuando usted se ponga malito. Y a lo mejor esa sinceridad, esa benevolencia del administrador con los administrados permitiría que la gente se lo tomara más en serio, porque lo de amenazar como que es una técnica muy viejuna, no creo que funcione en las sociedades avanzadas", mantuvo.

Por último, se mostró preocupado de que las sociedades avanzadas estén poniendo el acento más en el tabaco que en la combustión porque eso favorece la normalización de otros productos de combustión como el propio cannabis.

"En sociedades avanzadas como Canadá por razones económicas se está legalizando el consumo de marihuana. ¿Vamos a una generación de jóvenes que a los 18 no habrá consumido tabaco pero que fumará cannabis todos los días? Hombre, espero que no, que esa no sea la alternativa. Tenemos que poner el acento en la combustión. Este es el tema fundamental. Nos deberíamos dedicar a eso".