Una herencia positiva de la pandemia

La enseñanza en línea arrancó en febrero del 2021 dirigida al alumnado vulnerable a la Covid-19

Centro de Enseñanzas en Línea en Las Palmas de Gran Canaria

Centro de Enseñanzas en Línea en Las Palmas de Gran Canaria / Andrés Cruz

Una herencia positiva de la pandemia. En febrero de 2021, en plena pandemia de la Covid-19 se creó el Aula Canaria de Enseñanza en Línea, germen del actual Centro de Enseñanza en Línea (CEL) de Canarias para dar respuesta al alumnado vulnerable que no podía acudir a su centro educativo. Lo que empezó con 88 alumnos matriculados y una docena de docentes se ha convertido en una de las herencias positivas de la pandemia. Desde entonces, no ha parado de crecer y de afianzarse como un modelo que garantiza que ningún alumno, por las razones que sean, se quede atrás.  

El CEL está físicamente instalado en el inmueble que alberga el Centro de Educación Infantil y Primaria Islas Baleares, en la calle Málaga en la Vega de San José en Las Palmas de Gran Canaria.

La segunda planta del edificio se ha adaptado para acoger las aulas desde las que los docentes de todas las materias imparten sus clases. «Todas las aulas se han adaptado, con conexión a Internet y con espacios para cada uno de los docentes. También hay espacios en común para el profesorado y contamos incluso con un huerto», detalla Milagrosa Pérez, directora del CEL.

Requisitos

Es un centro vivo por el que van saliendo y entrando alumnos en función de sus necesidades y su situación personal. De hecho, el periodo de matriculación para 2º de Bachillerato se mantiene abierto hasta el próximo 15 de abril, al solo haber un mes más hasta la Evaluación de Bachillerato para Acceso a la Universidad (EBAU) y en el caso de Primaria y Secundaria se mantiene hasta el 20 de mayo. Está abierta para todo el alumnado que vaya a faltar a clases, por las circunstancias que sean, más de 30 días. «Por 15 días no merece la pena hacer un cambio de matrícula. Las familias cuando se encuentran con un menor en esta situación presentan la solicitud en su centro de procedencia. Este es el encargado de mandarlo a la Dirección General de Ordenación e Innovación que lleva el área y ellos valoran, con un gabinete médico, cual es la situación del alumno y si lo ven favorable nos lo comunican a nosotros», explica.

En ese momento, se pone en marcha toda la maquinaria para poder cumplimentar los diferentes procesos y el cambio de matrícula en un periodo no superior a una semana. La directora del centro se encarga de buscar en el directorio general la matrícula de ese alumno y sus antecedentes académicos. 

El jefe de estudios lo matricula en el portal Pincel Ekade, el secretario del centro manda un comunicado al de procedencia comunicando que ha sido favorable. Al mismo tiempo el trabajador social hace una acogida a la familia y le explica el funcionamiento del centro y la orientadora valora las características que tiene cada alumno. En ese momento se generan las claves personales del EVAGD y se firman los consentimientos   para que se pueda conectar a la plataforma.  

Cuando ya están las claves generadas el encargado de TIC se lo manda al tutor o tutora, esta se conecta con el alumno y le realiza una primera entrevista individual antes de que se incorpore a las clases. Una labor a diez manos para que el alumno pierda el menor tiempo posible. «Velamos por el interés del alumnado y también del profesorado. Los docentes tienen que tener habilidades digitales pero, sobre todo, un gran corazón», destaca.

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