Colegio Oficial de Podólogos de Canarias

"Podología, una profesión desconocida"

La podología es la única profesión sanitaria no incluida en el Sistema Nacional de Salud. Para la salud del pie lo mejor es un podólogo

Verónica Ruiz Martín, presidenta del Colegio Oficial de Podólogos de Canarias.

Verónica Ruiz Martín, presidenta del Colegio Oficial de Podólogos de Canarias. / LP/DLP

La presidenta del Colegio Oficial de Podólogos de Canaria, Verónica Ruiz, afirma que es “un despropósito el alto grado de desconocimiento que hay en todos los ámbitos de la sociedad respecto a las competencias y el campo de trabajo del podólogo”. Agrega que “las personas conocen quién es el podólogo, pero aún no entienden sus competencias”. Esta carrera “lleva luchando durante 40 años para estar reconocida como especialistas e incluirnos en la Seguridad Social como pueden estar médicos, dentistas o ginecólogos”. Sin embargo, indica, “los políticos, tras muchos años de lucha, no se han animado a incluir esta es especialidad”. Salvo dos comunidades autónomas en España, el resto no está agregada. “Hemos solicitado entrevistas con los responsables de Sanidad del Gobierno canario, pero hasta la fecha no han mostrado interés alguno. Al menos para oír nuestras propuestas”. Solamente en 2018 se aprobó la PNL (Proposición no de Ley), “y desde entonces no hay ningún movimiento”. 

¿En qué repercute este aspecto?

“Los pacientes solo pueden acceder a la podología de manera privada, con o sin seguros” -indica-; una cosa es la inclusión del podólogo en equipos multidisciplinares en pie de riesgo, y otra el que como profesión compartimos competencias con otras profesiones sanitarias”. Ruiz asegura que “cuando hay una mala pisada del paciente, otras especialidades no enfocan el pie de manera global, o desde otras perspectivas biomecánicas”.

Por poner otro ejemplo, con los juanetes, “en múltiples ocasiones no es preciso recurrir a la cirugía, y quizá con una plantilla se puede tratar la deformidad”. Igualmente, “cuando acudes al médico de atención primaria por un dolor en los dedos, en las uñas del pie, en un 99% de las patologías que detectan se limitan a decir que tienes un hongo. Con lo cual, no resuelven el problema”, señaliza Ruiz. Explica que en igual medida, cuando se entierra una uña, “el paciente llega tarde al podólogo por cuanto van a peor con el tratamiento que les prescriben, que no es la solución. Es similar a las úlceras o los hongos”, insiste.

Curas a diabéticos

Las curas en el sistema público a diabéticos “no es igual que si sometes al paciente a ciertas limpiezas específicas. No solo vale cambiar un apósito porque hay que eliminar tejido necrótico y hacer limpieza a fondo” puntualiza. Lo más importante, recalca Ruiz, “es que el podólogo tiene una visión global de todo el problema, pero paradójicamente, es el último especialista al que recurren. Nos sentimos ninguneados por la administración. La gente desconoce nuestra especialidad y viene con problemas sin saber muy bien”.

Somos cirujanos

Si el paciente requiere una intervención quirúrgica, “los podólogos estamos preparados para hacer todo tipo de operaciones en el pie. Aquí en Canarias hay cirujanos y existen profesionales suficientes para aplicar técnicas y operaciones quirúrgicas necesarias”. La especialista subraya que esta especialidad trata problemas desde los bebés a los deportistas. Al respecto apunta que el podólogo “está capacitado para detectar en un bebé de 6 meses malformaciones de origen congénito.

Es obvio que con malformaciones el crecimiento no será correcto”. Por este motivo, resalta que “el podólogo es el especialista para estudiar y tratar el correcto desarrollo en los niños desde cualquier etapa, ya sean bebes, preandantes o niños mas grandes. Lo importante es resaltar la importancia de que los niños sean valorados por un podólogo para evaluar que existe un correcto desarrollo en el crecimiento de los niños”.

Igualmente, el podólogo detecta anomalías neurológicas, para derivarlos luego a un especialista en Neurología infantil o Neuropediatría. Para una persona que practica deporte, “lo mejor es ser valorado por un podólogo”. Explica Ruiz que “el deportista, si corre incorrectamente, puede derivar en una lesión”. De ahí, recomienda que un estudio de la pisada es imprescindible”. “Una fractura, por ejemplo, en un deportista, puede modificar toda la estructura del pie en cuanto pierde movilidad. El paso puede ser más corto, y afecta a la rodilla y cadera. También las lesiones en el tobillo pueden derivar en que no cumpla su función.

Son problemas derivados de una lesión en el pie”. De todas maneras “no son las fracturas las lesiones más comunes. Una mala alineación en las estructuras que conforman el miembro inferior o un disbalancer articular o muscular son el origen de muchas lesiones”. Avisa por último que ante cualquier anomalía, como una mancha que aparezca en un pie, “aunque no moleste, debe ser analizada por un podólogo. Puede ser un melanoma –apunta-, al igual que si hay una cáspita persistente, se cae y sale de nuevo, puede ser un tumor y un podólogo puede detectarlo”.

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