La familia Mosquera ha sido indemnizada con 20.000 euros después de que el Tribunal Superior de Justicia de Galicia dictaminara que el Servicio Gallego de Salud (SERGAS) fue responsable de la muerte de Carmen Mosquera, de 56 años, debido a un error médico que impidió el diagnóstico de un tumor pulmonar con metástasis. Su hijo, Iván Mosquera, ha contado la larga agonía que sufrió su madre en el verano de 2015, cuando empezó a tener dolores de espalda y acudió a su médico de cabecera en Ponteareas, Pontevedra.

A pesar de que su madre fue al hospital más de 25 veces en un plazo de dos meses, los médicos se negaron a hacer más pruebas después de que una placa mostrara que le faltaba un disco intervertebral. Los dolores fueron en aumento, y los médicos llegaron a decir que todo era psicológico. El 7 de septiembre de 2015, Carmen Mosquera falleció en casa, y solo después de su muerte se descubrió que padecía un tumor pulmonar con metástasis.

La médico forense que practicó la autopsia aseguró que "el error por parte de los médicos y del SERGAS en general había sido monumental". La familia de Mosquera decidió denunciarlo en los tribunales, y ahora han recibido una compensación económica por parte del SERGAS. Sin embargo, su hijo Iván ha dicho que no le vale esa respuesta, ya que en los 90 días que pasaron desde el diagnóstico erróneo de su madre hasta su fallecimiento, podría haber estado más tiempo con ella si se hubiera diagnosticado correctamente.

Este caso es solo uno de los muchos errores médicos que ocurren en todo el mundo, y muestra la importancia de tener una atención médica adecuada y completa. Los médicos deben estar dispuestos a hacer todas las pruebas necesarias para diagnosticar correctamente a sus pacientes, y no pueden dejar de hacerlo por falta de recursos o por considerar que los síntomas son psicológicos. Es importante que los pacientes y sus familias estén informados y sepan cuáles son sus derechos en caso de que ocurra un error médico. En última instancia, los pacientes tienen derecho a una atención médica de calidad y segura, y las autoridades sanitarias tienen la responsabilidad de garantizar que se cumplan estos estándares.