Cambio climático

"Habrá más muertes por calor: la sociedad envejece y el cambio climático está ahí"

El verano pasado se duplicaron los registros de exceso de muertes por calor | Las personas mayores son más sensibles a las altas temperaturas y la toma de medicación también influye

Una pareja paseando por Castelló esta semana, con temperaturas inusualmente altas.

Una pareja paseando por Castelló esta semana, con temperaturas inusualmente altas. / MANOLO NEBOT ROCHERA

Victoria Salinas

Gran parte de España se ha convertido esta semana en el horno de Europa. El impacto del cambio climático ya se está viendo pero, ¿cómo afectará a nuestra salud?

Los expertos lo tienen claro: "Habrá más muertes por calor porque la sociedad envejece y habrá más personas frágiles y el cambio climático está ahí". Así lo verbaliza la coordinadora nacional del grupo de atención al mayor de la Sociedad Española de Medicina Familiar y Comunitaria (SEMFyC), Carolina Mir, que recuerda que los mayores son, junto a los niños, los más vulnerables al calor por diversos motivos "y no solo habrá más muertes, también habrá más morbilidad (enfermedad asociada) porque aunque no fallezcan estos mayores se deterioran mucho" con los episodios de calor sostenidos.

Esta incidencia del calor en la mortalidad ya se vio el año pasado. El sistema de monitorización de la mortalidad diaria (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III estimó que entre el 1 de junio y el 30 de septiembre del año pasado hubo un exceso de 317 muertes atribuibles al calor (según las estimaciones de muertes esperadas y registradas), más del doble de las registradas el año anterior y muy por encima a los años anteriores.

Estar preparados antes

A la vista del pico de temperaturas en abril, las administraciones han desempolvado los planes y avisos frente al calor que normalmente no se distribuyen hasta julio (aunque el año pasado ya se hizo en junio con las primeras olas de calor). De hecho, el Ministerio de Sanidad planteó ayer a las comunidades en la comisión de salud pública activar antes este año el plan nacional que permite a las regiones actuar ante episodios de calor. Normalmente se activa el 1 de junio, pero se planteaba hacerlo el 15 de mayo. Este plan, contando con la predicción de temperaturas de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), permite establecer niveles de riesgo y prepararse a todos los niveles.

Las recomendaciones ante estos días de calor están claras: protegerse del sol, vestir con ropas ligeras y claras, beber líquidos de forma frecuente y comidas ligeras y mantenerse en lugares frescos y, especialmente, cuidar de la gente mayor "porque su regulación térmica no es tan sensible y tienen menos sensación de frío y de calor", explica la especialista.

Esto, añadido a los problemas que se pueden presentar en personas con enfermedades crónicas o medicación concreta "como diuréticos para la tensión" explican el por qué es un colectivo de especial riesgo, según explica la médico, que ejerce en el centro de salud de Serreria I en Valencia.

Agotamiento por calor más normal que el "golpe de calor"

Porque cuando se piensa en los efectos del calor sobre la salud siempre se acude "al más llamativo, al golpe de calor" pero realmente este es no es el más habitual. "El golpe de calor pasa en personas que obvian las recomendaciones y salen, por ejemplo, a las horas de máximo calor a hacer ejercicio, en personas que están muchas horas al sol por su trabajo o en colectivos vulnerables como sin techo que no pueden seguir estas recomendaciones pero no es el más habitual", explica la doctora Mir.

La mayor parte de afecciones por calor se dan por el llamado "agotamiento por calor" que implica estar expuesto a altas temperaturas durante varios días y perder líquidos y ahí "nos puede pasar a cualquiera pero lo van a sentir más los mayores por esos problemas de salud crónicos, por la propia edad y por las medicaciones".

La médico de Familia recuerda, además, que tampoco para el cuerpo es lo mismo estar expuesto a 36 grados en julio que ahora. Además de que ahora, el aumento de los termómetros aún nos pilla "a contrapié" sin la ropa adecuada "y nos podemos deshidratar más", el cuerpo "se adapta mejor a los cambios progresivos, algo que ahora no está sucediendo".