Salud | XXIV Congreso de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO)

La cirugía bariátrica reduce a la mitad el riesgo de sufrir cáncer por obesidad

Los especialistas inciden en la «seguridad» y los beneficios de la intervención, que sólo llega al 1% de los pacientes obesos y tiene una lista de espera de cuatro años

De izquierda a derecha, los cirujanos Amador García, Asunción Acosta y Andrés Sánchez.

De izquierda a derecha, los cirujanos Amador García, Asunción Acosta y Andrés Sánchez. / Juan Castro

María Jesús Hernández

María Jesús Hernández

La cirugía bariátrica reduce a la mitad el riesgo de padecer hasta 13 tipos de cáncer asociados a la obesidad. Aún así, esta intervención apenas alcanza al 1 o 2% de los pacientes susceptibles de ser operados, bien porque la enfermedad no se reconoce como tal, por el temor «infundado» a las complicaciones, o porque desde el punto de vista de la administración sanitaria y las aseguradoras, no existe conciencia de los beneficios económicos que conlleva a largo plazo. Así lo señalaron los doctores Andrés Sánchez Pernaute, Amador García Ruiz y Asunción Acosta Mérida, durante la presentación del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO) que reúne desde ayer a más de 400 especialistas en el Palacio de Congresos de Canarias para abordar los últimos avances en este campo.

«Desde la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad hemos dado un paso más hacia el intento de tratar a más enfermos, se han ampliado las indicaciones, se ha visto que la cirugía es el tratamiento que dura más, a más largo plazo, que consigue mejores resultados y sobre todo, que con la experiencia adquirida con los cirujanos y con el apoyo de los endocrinólogos en la suplementación de nuestros pacientes, en el seguimiento y en su selección, se ha conseguido que tenga menor tasa de complicaciones, es decir, es tremendamente segura», indicó Andrés Sánchez.

El presidente de la SECO, lamentó que, a pesar de la seguridad y la baja tasa de mortalidad -entre el 0,02 y 0,05%-, que se ha logrado con un programa referente a nivel internacional en formación y nuevas técnicas quirúrgicas, sólo el 1 o 2% de los pacientes susceptibles de ser intervenidos se someten a la cirugía bariátrica y metabólica. «El problema es que la obesidad no se reconoce como enfermedad, y que la cirugía de la obesidad era considerada como una cirugía estética. En el 2000, cuando empezamos en este país a hacer la cirugía laparoscópica había mortalidad y todo eso ha hecho que muchos pacientes sigan ocultos en sus casas sin buscar ayuda». El doctor Sánchez apuntó como dato negativo también, las campañas de «body positive» para empoderar a personas con sobrepeso, «porque el paciente con obesidad es un enfermo en potencia, y hay que concienciar de que debe acudir al especialista médico. La obesidad es una enfermedad en la que sólo logramos ofrecer el mejor tratamiento al 1% de los pacientes, eso es horroroso».

La tasa de mortalidad en el abordaje quirúrgico de la obesidad se ha reducido entre un 0,02 y un 0,05%

Otro de los cuellos de botella que impiden la expansión de la cirugía bariátrica son las listas de espera en el sistema público de salud, según indicó el vicepresidente de la SECO, Amador García Ruiz. «El estigma que ha caído sobre la obesidad y la falta de reconocimiento como enfermedad hace que en muchas comunidades autónomas la cirugía bariátrica no sea considerada como prioritaria en las listas de espera quirúrgicas». Según los especialistas, la media en España desde que el paciente entra en la lista para ser intervenido hasta que lo operan es de cuatro años. «En función de los rangos de edades, eso puede implicar que una mujer de 30 años pierda oportunidades de fertilidad, o pacientes que en ese periodo de tiempo han tenido complicaciones médicas relacionadas con la obesidad lo suficientemente graves para aumentar tanto el riesgo quirúrgico como anestésico y finalmente se contraindica la realización del procedimiento».

Andrés Sánchez, apuntó al respecto, la necesidad de que la administración sanitaria y las aseguradoras vean como prioritaria dicha intervención, por los beneficios, tanto para el paciente como para la economía del sistema, dado que «existe suficiente evidencia de que la obesidad y el sobrepeso también mata», aumenta el riesgo de complicaciones cardiovasculares, eleva en un 17% el riesgo de mortalidad por cáncer y, en definitiva, reduce la supervivencia de los pacientes y su calidad de vida e incrementa el riesgo de enfermedades asociadas.

En Canarias se hacen una media de 100 cirugías bariátrica y metabólica al año, y en España entre 8.000 y 14.000

«Aquí hay una cuestión importante, la económica». Sánchez reconoce que hay un error de concepto en las administraciones públicas y en las aseguradoras porque, cuando la cirugía bariátrica se comienza a hacer por vía laparoscópica era una intervención costosa. «Pero esta ya no es la realidad, la situación ha cambiado, los costes han bajado muchísimo, hasta los de la cirugía robótica. Hoy, la cirugía se hace en muchos sitios casi de forma ambulatoria. Un paciente se opera y al día siguiente está en su casa intentando hacer vida normal, no necesita ser visto por un médico al día siguiente. Esto es lo mismo que hacemos con un paciente que se opera de la vesícula o de tiroides, es falso que sea una cirugía mucho más cara y hay que convencerse de que se va a convertir en un paciente muy barato en cuanto deje de requerir atención médica».

Los especialistas insistieron en que si bien, hay que seguir trabajando en prevención de la obesidad, lo cierto es que hay que abordar la realidad actual de la enfermedad. «El problema lo tenemos ya aquí, dentro de poco el 30% de la población española será subsidiaria de posible beneficio con tratamiento quirúrgico para la obesidad, y eso es mucho».

En España actualmente se hace entre 8.000 y 14.000 cirugías bariátrica y metabólica. En Canarias, en los cuatro grandes hospitales ubicados en las islas capitalinas se hace una media aproximada de entre 80 y 100 procedimientos al año, apuntó la doctora Asunción Acosta, presidenta del Congreso Nacional SECO Las Palmas 2023 y jefa de la Unidad de Cirugía de la Obesidad del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, que destacó como sello de calidad de la SECO, el abordaje multidisciplinar de los pacientes con obesidad y sobrepeso.

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Según los datos difundidos ayer por la Sociedad Española de Cirugía de la Obesidad (SECO), en base a los datos de la Encuesta Europea de Salud en España 2020, la prevalencia de obesidad en adultos en el país es del 16% y de sobrepeso el 37,6%; mientras que la prevalencia conjunta de obesidad y sobrepeso de la población adulta española es del 53,6%. En el Archipiélago, los datos facilitados por la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias (2022), sitúa la prevalencia de obesidad en un 17,5% de la población adulta y el sobrepeso en un 40%; mientras que el 15% de los menores padece obesidad infantil, y se estima que el 57% de los niños y niñas canarios padecerán obesidad a los 35 años. En este sentido, Asunción Acosta, presidenta del Congreso Nacional SECO Las Palmas 2023 que se celebra hasta el 26 de mayo en el Palacio de Congresos de Canarias, en la capital grancanaria, y jefa de la Unidad de Cirugía de la Obesidad del Hospital Universitario de Gran Canaria Doctor Negrín, reconoce que ha fallado la prevención de la obesidad infantil en las Islas, aunque señala que se están tomando medidas para frenar la situación. «Además, los padres deben de ser conscientes de que el niño o adolescente con obesidad debe recibir una valoración médica, de la situación y causas de su obesidad y en caso de que esté indicado, no retrasar la cirugía, siempre atendidos por un equipo especializado multidisciplinar, seleccionando caso por caso». Al respecto, el presidente de la SECO señaló que está demostrado que el adolescente con obesidad es uno de los pacientes que más beneficio va a lograr con la cirugía. «Además del estigma social, el adolescente que desarrolla una diabetes o una hipertensión, va a tener muchos más beneficios que el adulto, va a necesitar mucho más el tratamiento quirúrgico porque va a responder peor a los tratamientos conservadores». | M. J. H.

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