Más de la mitad de las especies españolas en peligro de extinción están en Canarias

El Archipiélago cuenta 101 animales y plantas en peligro crítico y otras 141 en peligro| La UICN, junto a Fundación Loro Parque, trata de "revertir el rojo"

Dos especies de chuchanga corrugada, un caracol de Candelaria (Tenerife) catalogado como en peligro crítico

Dos especies de chuchanga corrugada, un caracol de Candelaria (Tenerife) catalogado como en peligro crítico / LP / DLP

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Más de la mitad de las especies en peligro crítico de extinción en España se encuentran en Canarias. En concreto, son 101 tipos de flora y fauna que habita en el Archipiélago los se encuentran cerca de la extinción, del total de 193 especies españolas catalogadas en este nivel de riesgo máximo en la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN). Otras 143 se encuentran en peligro, siendo en ambos casos las más afectadas las plantas. 

Es una de las conclusiones que se extraen del informe hecho público hoy, Estado de la Biodiversidad en España 2023, que ha sido elaborado entre la UICN y el Centro de Supervivencia de Especies de la Macaronesia, dirigido por la Fundación Loro Parque, como parte de un movimiento global de conservación denominado Reverse the red (Revertir el rojo en español) que nació en 2019. "Lo que tratamos es crear una evaluación del estado de las especies por países para poder impulsar acciones de conservación con los propios Gobiernos", resalta Jon Paul Rodríguez, responsable de la Comisión de Supervivencia de Especies de la UICN. 

En el citado documento se expone la situación general de la conservación de 9.073 especies vegetales y animales en España, pero también se da cuenta de la situación de cada una de las comunidades autónomas, dado que "son las que tienen competencia en conservación", explica Javier Almunia, director de Loro Parque Fundación. Canarias se considera así un punto caliente de biodiversidad amenazada debido, entre otros motivos, a su alto número de especies endémicas que solo habitan en el Archipiélago. "El 70% de las especies en peligro crítico en Canarias son endémicas", revela Almunia, lo que hace aún más importante protegerlas, pues si desaparecen de Canarias, también lo harán del resto del planeta. 

El 70% de las especies en peligro crítico en Canarias son endémicas

Las más abundantes en estos dos grupos de riesgo son las plantas, que representan alrededor del 50% de las especies amenazadas. Entre ellas se encuentran, por ejemplo, la Cresta de Gallo (Isoplexis chalcantha), un endemismo de Gran Canaria  o el Cabezón de las Nieves (Cheirolophus santos-abreui), natural de La Palma. Ambos en peligro crítico de extinción. La segunda categoría más amenazada es la de los moluscos, incluido, por ejemplo, el caracol chato de Arguineguín (Monilearia arguineguinensis). En tercer lugar se encuentran los peces cartilaginosos, grupo en el que predominan los tiburones como el angelote (Squatina squatina) y tres especies de rayas, como la raya tigre o pez obispo (Aetomylaeus bovinus). 

Puntos calientes

Canarias no solo cuenta con la mayor cantidad de especies catalogadas en el mayor nivel de amenaza, también es la región en la que cuenta con más puntos calientes de biodiversidad amenazada y, algunos de ellos, con hasta ocho especies que corren el riesgo de desaparecer. Entre los siete puntos más importantes de las Islas se encuentra la zona de Punta de Teno, en Tenerife, donde habitan lagartos gigantes (Gallotia intermedia), y algunas especies de plantas como la lechuguilla de Fraile (Hypochaeris oligocephala), la escobilla (Kunkeliella psilotoclada), la siempreviva (Limonium spectabile) y el delfino (Pleiomeris canariensis). Destaca, asimismo, la Península de la Isleta y el Parque Rural de Doramas y sus alrededores, en Gran Canaria. Allí se pueden encontrar varias especies de artrópodos y moluscos en peligro de extinción, así como hasta seis especies de plantas. 

Pero si hay un punto caliente crítico en Canarias es el Parque Natural de Jandía, en Fuerteventura, donde se encuentran cuatro especies vegetales, tres moluscos y un ave ocasional, el zarapito fino (Numenius tenuirotris). Este es el punto de España con mayor cantidad de especies en peligro de extinción crítica. 

El informe, en un intento de ayudar a la toma de decisiones autonómica, realiza una comparativa entre esas áreas clave para la biodiversidad (KBA, por sus siglas en inglés) con las áreas que cuentan con algún tipo de figura de protección en Canarias. Así han podido comprobar que los KBA ocupan un 32,1% del territorio canario, mientras que los espacios protegidos lo hacen en un 51,2%. Los firmantes del artículo concluyen que en Canarias "existe un buen diseño de los espacios naturales protegidos", dado que las zonas ZEC, los Parques Naturales y otro tipo de figuras de conservación protegen hasta un 75% de las áreas clave para la biodiversidad que se han analizado.

Esto convierte a Canarias en una de las comunidades con mayor "solapamiento" de ambos conceptos, pues la media nacional se encuentra en 64,4%. Sin embargo, los firmantes insisten en que esto no es suficiente pues "hay especies en peligro crítico cuya distribución no está protegida". Ejemplo de ello es Candelaria, en Tenerife, donde hay un molusco en peligro crítico y endémico que no recibe protección. Otras zonas en las que no hay solapamiento son los Llanos de Nizdafe en El Hierro, El Médano, Los Rodeos y La Esperanza, en Tenerife, Malpaís Grande, el Barranco de Río Cabras o el Monteverde de Frontera en Fuerteventura, o Haría en Lanzarote.

Los espacios naturales protegidos de Canarias abarcan el 75% de las zonas en las que se encuentran estas especies

El propósito de esta información es impulsar la acción de las comunidades autónomas, aunque también actualizar el estado de conservación de algunos seres vivos que ha quedado desfasada. "Queremos hacer un buen análisis y estudiar de nuevo la distribución de algunas especies, sobre todo invertebrados", asegura Almunia, que explica que están trabajando junto a las universidades canarias para poder afrontar el reto de actualizar la clasificación de las especies.

Un ejemplo es el del caracol terrestre Xerotricha garachicoensis, que un naturalista describió en 1878 en Garachico y no se ha vuelto a encontrar vivo. "No sabemos si sigue vivo o no porque hay muy poca información sobre él, así que habrá que hacer historia de la ciencia para tratar de encontrarlo o declararlo definitivamente extinto", explica Almunia. "Nuestro objetivo principal es ver si han mejorado o no con algunas de las políticas de conservación que se han realizado en el Archipiélago", insiste el director de Loro Parque Fundación.

Revertir el rojo

La UICN es conocida por su exhaustiva elaboración de listas rojas en las que se expone el estado de conservación de miles de especies alrededor del mundo. Sin embargo, hace unos años, sus precursores se percataron de que esa información no estaba incrementando la acción porque la mayoría de las acciones se deben hacer a nivel local. De ahí nació Reverse the red, un proyecto innovador dentro de la conservación de la biodiversidad que tiene el propósito de "fomentar la acción nacional gracias a las herramientas que proporciona la UICN", como explica Rodríguez.

Con la sexta extinción más cerca y los efectos del cambio climático haciéndose notar, los investigadores defienden que es el momento de trabajar en una "conservación efectiva" de todas las especies. "Nuestro propósito es hacernos eco de aquellos casos de éxito, porque estamos convencidos de que muchas de estas situaciones se pueden revertir", insiste Joan Paul Rodríguez.

Suscríbete para seguir leyendo