Se dispara el número de aspirantes a la Universidad con necesidades especiales

El número de estudiantes con necesidades especiales matriculados en la prueba de acceso a la enseñanza superior en la ULPGC se ha disparado en la última década, pasando de 47 en 2013 a 214 en la convocatoria de junio que se celebra la próxima semana. Así lo indicó ayer Israel Castro, responsable del programa de mentoría de la EBAU en el que se han formado 26 estudiantes mentores que prestarán apoyo a estos alumnos y alumnas para que puedan realizar los exámenes en las mismas condiciones que el resto de sus compañeros.

«El alumnado con necesidades específicas de apoyo educativo, ha ido aumentando de manera exponencial, gracias a la implicación de la enseñanza preuniversitaria, donde se ha detectado adecuadamente y se han prestado los apoyos necesarios para que el alumnado llegue a la Universidad», afirmó el profesor Castro, que ayer celebró una reunión en la sede institucional de la ULPGC con los 26 estudiantes mentores, la mayoría estudiantes de la Facultad de Ciencias de la Educación, de cara a la EBAU que se celebra los días 7, 8, 9 y 10 de junio.

Reto institucional

Este incremento también supone un reto institucional, dado el gran número de alumnos que requiere un apoyo puntual, y tipificado para cada uno de los casos. «Es un reto porque requiere de una atención muy personalizada».

Entre los beneficios que aporta el programa de mentoría, Castro señaló en primer lugar, la horizontalidad del apoyo. «Ellos se sienten más cómodos siendo ayudados por un alumno de la Universidad que por un profesor». Además, han detectado que se logra unas cuotas importantes de sensibilización por parte del universitario, que entra en contacto con las realidades que se van a encontrar en el mundo profesional.

Cristina García Figueroa y Jasiel Moreno Manzano, estudiantes de Educación Primaria de la ULPGC, son dos de los jóvenes que participan en este programa de mentoría, ambos motivados por llevar a la práctica conocimientos adquiridos en el aula.

«La mentoría es ideal para sensibilizarnos y darnos cuenta de que hay personas con necesidades especiales que no tienen las mismos capacidades que nosotros y debemos facilitarles el camino para que consigan lo que quieran», indicó Cristina García. «Nosotros podemos aportarles tranquilidad, que sepan que vamos a estar apoyándoles y que puedan sacar adelante las pruebas como cualquier otro estudiante», apuntó Jasiel Moreno.

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