Freno a la brecha digital en Canarias: 423 nuevas oportunidades de vida

El proyecto RedLab Canarias, dirigido a eliminar la brecha digital de la población canaria, culmina su primer ciclo formativo con la entrega de acreditaciones al alumnado

Imagen del acto de entrega de diplomas al alumnado del proyecto RedLab Canarias realizado ayer en la capital grancanaria.

Imagen del acto de entrega de diplomas al alumnado del proyecto RedLab Canarias realizado ayer en la capital grancanaria. / Juan Castro

Freno a la brecha digital en Canarias: 423 nuevas oportunidades de vida. El proyecto piloto RedLab Canarias, promovido por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, para combatir la brecha digital entre la población más vulnerable del Archipiélago cerró este martes su primer ciclo formativo con la entrega de diplomas a los 423 beneficiarios del programa. «Venían con dos niveles, por un lado un grupo de mayor edad, con muy bajas competencias digitales y pocos estudios y otro donde con algo más de competencias digitales y un nivel de estudios superior», explicó Graciela Malgesini, directora del proyecto RedLab Canarias. 

 El alumnado recibió este martes la certificación de la formación desarrollada en un acto que tuvo lugar en uno de los salones del Hotel Parque en Las Palmas de Gran Canaria. Con amplias sonrisas, en corrillos compartiendo su experiencia y algunos vestidos de estreno para la ocasión, pusieron el broche final a tres meses de preparación para enfrentarse a los retos digitales que era, hasta ahora, los grandes desconocidos para ellos. 

«Nos llena de alegría saber que estamos contribuyendo a mejorar la situación de estas personas que, en muchos casos, llevaban mucho tiempo fuera del mercado formativo y ajenas a todos los cursos de formación. Hemos contribuido no solo a la mejora de su empleabilidad sino a incluirlos socialmente», comentó Sandra Planells, coordinadora de Red Europea de Lucha contra la Pobreza (Eapn Canarias).

Y es que, la mayoría de los participantes en el proyecto son beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital (IMV) y de la antigua Prestación Canaria de Inserción (PCI). Tienen entre 45 y 65 años y están en una situación que dificulta su acceso al mercado laboral y su vida cotidiana en general, imposibilitando o limitando su acceso a derechos. De ahí, la vital importancia de adquirir habilidades digitales para garantizarles un futuro, al menos en igualdad de condiciones. 

Competencias

«Muchos de ellos se han sacado el certificado digital, han solicitado ayudas y prestaciones a través de la web, citas médicas o la vida laboral. Toda una serie de cuestiones que previamente requerían actividad presencial y que ahora se están digitalizando a marcha forzadas. No solo han mejorado su punto de partida sino que se están incorporando al proceso de digitalización de la administración pública», añadió.

Han recibido 105 horas de formación a las que se sumaron otras 30 horas de prácticas en distintas empresas. La enseñanza se realiza un 94% de manera presencial para reforzar los aspectos sociales de las personas participantes y se completa con un 6% de enseñanza virtual, como recurso pedagógico para asegurar los contenidos y para garantizar la práctica, en horario extraescolar. Además, algunos de ellos han participado de forma activa en la formación de otros compañeros, gracias a lo aprendido en los 58 nodos o aulas distribuidas por las cinco islas participantes en esta primera fase del proyecto.

Para ello han contado con una tableta propia facilitada por el proyecto gracias a la financiación del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. 

La formación, que se desplegó en Gran Canaria, Tenerife, Lanzarote, Fuerteventura y La Palma, ha iniciado un segundo ciclo con dos centenares de alumnos en nodos repartidos por Gran Canaria, Tenerife, Fuerteventura y Lanzarote. Una vez finalice este segundo ciclo los beneficiarios por este proyecto piloto superarán las 600 personas en toda Canarias.

Investigación

Tras esto llegará el momento de analizar su ejecución, ya que no solo se trata de un programa piloto sino que además es una investigación viva. «Es un proyecto de investigación con una metodología específica, que de momento no puedo desvelar porque no hemos culminado el proceso», subrayó Malgesini.

 Evaluar el desarrollo del programa, las metas logradas y los flecos que no han conseguido el objetivo previsto. «Se trata de probar antes de aplicar esta política. En este caso hay una metodología que se propone, puede funcionar o no funcionar, por eso se prueba primero antes de ponerla en práctica a gran escala. Sabemos que para este grupo de población es especialmente importante, no solo por las competencias digitales, sino por cómo está hecha la metodología que aborda también la desigualdad de género o las menores oportunidades que tienen las personas que viven en zonas rurales», detalló.

Para el desarrollo de este programa piloto, ideado para combatir la brecha digital y la exclusión social, han contado con un presupuesto de más de ocho millones de euros. 

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