Yeray Pacheco: «Existe una total ausencia de taxis adaptados una vez que cae la noche»

Un usuario en silla de ruedas esperó cinco horas a que le atendiese un servicio en Las Palmas de Gran Canaria tras el concierto de Sting

El cineasta Yeray Pacheco.

El cineasta Yeray Pacheco.

Nora Navarro

Nora Navarro

Para Yeray Pacheco, melómano y cinéfilo confeso, su situación en silla de ruedas nunca ha sido una barrera a la hora de apuntarse a conciertos, festivales y estrenos, sino que es su ciudad natal la que las impone. En concreto, Yeray, que reside en el barrio capitalino de Siete Palmas, denuncia las continuas dificultades y «odiseas» a las que se enfrenta cada vez que quiere regresar a su casa después de un evento debido a la escasez de vehículos adaptados.

«Existe una total ausencia de taxis adaptados una vez que cae la noche», lamenta. «Siempre que he llamado en horario de tarde-noche o madrugada me dicen que no hay ninguno disponible trabajando. Y he conseguido los números de más de 12 taxistas con coche adaptado que no trabajan a partir de las 20.00 horas».

Así sucedió el pasado domingo, cuando finalizó el concierto de Sting en la Plaza de Música alrededor de la medianoche. Después de llamar y esperar durante cinco horas a que le atendiese un servicio, Pacheco localizó por fin un taxi que comenzaba su turno sobre las 5.00 horas de la jornada siguiente y que acudió a recogerle. «Se le quitan a uno las ganas de salir si vas a un concierto que acaba a las 00.00 horas y llegas a tu casa a las 5 y media de la madrugada», manifiesta. «Claramente hay un número insuficiente de vehículos adaptados circulando en la ciudad, ya que se convierte en toda una odisea conseguir uno cuando uno se atreve a salir para cualquier cosa, siempre con la inseguridad de si dispondrá de algún medio para volver». 

«Se le quitan a uno las ganas de salir si vas a un concierto que acaba a las 00.00 horas y llegas a tu casa a las 5 y media de la madrugada", declara Pacheco

3% de la flota

Actualmente, solo el 2,7% de los taxis de Las Palmas de Gran Canaria están adaptados para personas con movilidad reducida (PMR), lo que se traduce en 43 licencias de un total de 1.588, según los datos proporcionados a este periódico.

Sin embargo, no está estipulado un número mínimo de taxis adaptados -esto es, furgonetas de nueve plazas que incorporan una rampa para sillas de ruedas- que deben trabajar cada jornada, de modo que, según denuncian numerosas personas con movilidad reducida (PMR), durante los fines de semana y festivos resulta casi imposible encontrar un servicio.  

Solo el 2,7% de los taxis de Las Palmas de Gran Canaria están adaptados para personas con movilidad reducida (PMR)

Asimismo, Pacheco señala que los sistemas alternativos al taxi adaptado albergan otras múltiples trabas. Por una parte, las guaguas municipales habilitadas para PMR y los servicios inscritos en la Fundación Canaria para el Fomento del Transporte Especial Adaptado finalizan sus servicios entre las 21.00 o 21.30 horas.

«En mi caso, la única alternativa sería coger una línea de guagua L1 en el Parque Santa Catalina para luego hacer el transbordo a una L3 para llegar a Siete Palmas, pudiendo alargarse el viaje hasta una hora y media, o todo el recorrido de la L2 para luego hacer transbordo a la L3 y llegar en ella a Siete Palmas, demorándose el viaje más de dos horas», apunta, haciendo hincapié en la inseguridad y las limitaciones que conlleva este desplazamiento.