El alumnado español de 2º de ESO aprueba, y con nota alta, la competencia digital. Cataluña es el territorio con mejor puntuación de toda España en estas destrezas académicas, que incluyen, por ejemplo, utilizar hojas de cálculo, organizar archivos y editar documentos. Así lo revela el Estudio Internacional sobre Competencia Digital (ICILS, por sus siglas en inglés), que se lleva realizando desde 2018 y en el que España ha participado por primera vez con 508 escolares de 11.700 centros educativos. La nota que recibe España es de 495 puntos, ligeramente por encima de la media de la UE (493). Sin embargo, hasta 16 países, incluidos Francia y Alemania, superan la calificación española.
Publicado esta mañana en todo el mundo, el informe investiga en qué medida el alumnado de segundo curso de secundaria de 34 países (22 de ellos de la UE) está preparado para “estudiar, trabajar y vivir en un mundo digital”. A través de una prueba cognitiva y un cuestionario de contexto, el objetivo del ICILS es medir la capacidad de los estudiantes para utilizar ordenadores de cara a "investigar, crear y comunicarse en diferentes contextos". Corea -que tiene un sistema escolar hipercompetitivo y es uno de los países que mejores resultados sacó en el último PISA (especialmente en matemáticas)- lidera la competencia digital y obtiene la nota más alta del mundo: 540 puntos. Le siguen República Checa (525) y Dinamarca (518).
España obtiene 495 puntos, ligeramente por encima de la media de la UE (493) y bastante más elevada que la media de todos los estados participantes en ICILS (476). Sin embargo, algunos países de nuestro entorno, como Alemania (502) y Francia (498), nos superan. Hasta 16 países consiguen una calificación superior a la España. En el furgón de cola internacional se sitúan Azerbaiyán (319), Kosovo (356) y Omán (379).
Cataluña no salió bien parada en PISA, pero es la autonomía que mejor posición obtiene en competencia digital: 518, que suponen 23 más que la media española (495). Le sigue Madrid, con 514, Asturias (512) y Castilla y León (507). Esta última autonomía fue la que mejor puntuación obtuvo en PISA, cuya última edición se centró en las competencias en matemáticas y ciencias. Al igual que sucedió en el informe internacional organizado por la OCDE, Ceuta (421) y Melilla (432) son los territorios con peor puntuación en destreza digital. También la Comunitat Valenciana (472) y Andalucía (477) están por debajo de la media de la UE y de España. De Euskadi, la comunidad que más dinero público invierte en educación por alumno, no hay datos propios. Solo 11 comunidades y ciudades autónomas decidieron ampliar su muestra en el ICILS para obtener datos representativos específicos.
Por niveles
Los técnicos de ICILS clasifican a los estudiantes en función de su competencia con unas puntuaciones que van desde los niveles de la insuficiencia (-1 y 1) hasta el medio (2), el alto (3) y la excelencia (4). Cataluña es el territorio donde hay menos alumnos en los niveles más bajos y más en los niveles más altos (incluido el de la excelencia). En la mayoría de las comunidades, el mayor porcentaje de alumnado se encuentra en el nivel 2. Solo en la Comunitat Valenciana el porcentaje mayor de alumnos se encuentra en el nivel 1 (34%) mientras que en Ceuta (39%) y Melilla (42%) la mayoría de los estudiantes no alcanzan ni siquiera el nivel 1. Salvo en Cataluña (2,2%), en ninguna de las autonomías el porcentaje de estudiantes en el nivel 4 supera el 1%.
A nivel internacional, casi dos tercios de los países, entre ellos España, el porcentaje de estudiantes con rendimiento medio y alto supera al de estudiantes con rendimiento bajo. Una vez más es Corea el país que mejores resultados obtiene dado que su porcentaje de alumnos en los niveles altos es el más elevado del mundo y el de los estudiantes con peores niveles, el más bajo.
La diferencia por género es mayor y significativa a favor de las chicas en toda España excepto en Ceuta y Melilla. Las mayores diferencias se dan en Catalunya, con 25 puntos frente a los 19 de la media española.
Brecha entre nativos y migrantes
La competencia digital, en todo caso, no es homogénea sino que hay diferencias entre el alumnado migrante y el nativo. Estas diferencias, como ya se observó en PISA, no están provocadas por las capacidades académicas sino por la solvencia económica de las familias. En la mayoría de los países analizados existen diferencias significativas a favor de los nativos. Las mayores desigualdades la presentan Finlandia (62 puntos) y Alemania (54 puntos), y la menor, Italia (13 puntos). España presenta una diferencia significativa a favor de los estudiantes nativos de 28 puntos, solo un punto por debajo del promedio de la UE.
Salvo Melilla, Cataluña es el territorio con mayor diferencia entre alumnado nativo e migrante (43 puntos), que se dispara hasta los 77 puntos en el caso de comparar estudiantes de alto nivel socioeconómico y bajo
Ordenadores y conexión en casa
De hecho, disponer de dos ordenadores o más en el hogar y gozar de una buena conexión en a internet son, según los técnicos de ICILS, cruciales para mejorar el rendimiento en competencia digital. En España, la diferencia en el rendimiento de los alumnos con buena conexión a internet en casa es de 22 puntos, algo más baja que el promedio de la UE (26) pero muy alta si la comparamos con Corea (8). En el caso de Cataluña, la diferencia debida a la buena conexión es considerablemente superior a la media española: 30 frente a 22. Solo Ceuta y Melilla tienen desigualdades todavía más significativas.
Lo que aprenden en el instituto
En España, casi las tres cuartas partes de los estudiantes aseguran que en el centro educativo aprenden a diseñar y editar documentos y archivos o realizar presentaciones con imágenes. Por el contrario, poco más de la cuarta parte aprende a manejar programas informáticos utilizando un lenguaje de programación.
En todos los países, alrededor de un tercio de los estudiantes recurre diariamente la tecnología digital en sus centros educativos, tanto para realizar tareas académicas como para otros fines (no especificados). En España, uno de cada tres estudiantes usa los dispositivos para actividades escolares, mientras que un 22% lo hace con otros propósitos. Los alumnos catalanes son los que más usan la tecnología para fines estrictamente educativos: casi un 61% frente al 36% que la usa para diferentes propósitos.
En casa
El estudio también analiza qué ocurre en casa con las pantallas. Los porcentajes de estudiantes que las usan sin que sus madres y padres les limiten el horario varían mucho y van desde el 22% de Kosovo hasta el 75% de Dinamarca. En España, los estudiantes sin restricciones parentales representan el 42%, porcentaje claramente inferior al promedio UE (casi 60%). Esto significa que, contrariamente a lo que es frecuente en los países de la UE, en España son mayoría las familias que imponen límites, especialmente los días lectivos.