Último debate electoral antes de la votación al Rectorado de la ULPGC

El Paraninfo de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria acogió ayer, 28 de noviembre, el último debate entre los tres candidatos a las elecciones a rector o rectora que se celebrarán el próximo 5 de diciembre. Fue un acto con escaso público presencial -se emitió por streaming en el Canal Youtube de la ULPGC-, donde apenas hubo interacción entre los aspirantes, que apostaron por un formato rígido en el que cada cual presentó su particular visión en torno a la Universidad que proyectan en los próximos seis años.

Con el hilo común de la comunidad universitaria en el centro de todas sus propuestas, el debate o encuentro, moderado por la periodista de la Televisión Canaria, Isabel Baeza, giró en torno a tres grandes bloques temáticos: la docencia, la investigación y transferencia, y la financiación y gestión para «una ULPGC del siglo XXI».

Gregorio Rodríguez fue el primero en intervenir para explicar su proyecto para la Universidad en los próximos años, enfocado a recuperar la ilusión de alumnado y profesionales que la integran. «Nuestra idea es volver a crear comunidad, empoderando a los hombres y a las mujeres que la conforman en la toma de decisiones, en el diálogo, en el debate constante para conseguir que este proyecto sea un proyecto asumido, creído e impulsado por todos. Que podamos así relanzar la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y que siga siendo ese motor de transformación de la sociedad canaria, de la provincia de Las Palmas, que ha sido durante los últimos 35 años».

María del Mar Tavío adelantó que su candidatura «no viene a repetir lo que se ha estado haciendo» y anunció cambios inminentes en la organización y estructura de la ULPGC que apuntan a una mayor autogestión de centros, institutos y departamentos, «con medios personales y materiales suficientes» que garanticen una gobernanza participativa. «Queremos poner en marcha la Universidad del siglo XXI. Nuestro programa tiene propuestas muy claras en los diferentes apartados, no son propuestas ambiguas sin un contenido claro, sino que son muy definidas y lo que persigue es que la institución recupere su prestigio académico y que sea una institución con la que la sociedad canaria se sienta identificada, y a partir de ese punto crecer».

Lluis Serra, por su parte, defendió la gestión realizada durante los últimos cuatro años, enfocando su programa a consolidar los logros alcanzados e implementar nuevas medidas para seguir creciendo. «No era sencillo, pero hemos cumplido más del 80% de nuestro programa y el porcentaje restante está encaminado. Hemos traído el cambio a la ULPGC, hemos velado por el bienestar de todas y todos los trabajadores y estudiantes y hemos impulsado una Universidad moderna y viva. Vuelve a latir una comunidad universitaria, más unida, que recupera poco a poco el orgullo de ULPGC». Entre sus retos figura el seguir acompañando al alumnado en su proceso integral de aprendizaje con competencias transversales, impulsar el talento creativo, la inclusión y la accesibilidad, y crear alianzas internacionales con empresas, «ofreciendo no solo títulos sino oportunidades y experiencias».

Docencia

Tras la carta de presentación, se abordó el primero de los bloque temáticos, centrado en la docencia, y fue Lluis Serra el encargado de abrirlo, anunciando una política de becas adecuada en aras de una ULPGC más inclusiva y accesible, además de elevar las dobles titulaciones y títulos duales, y ampliar la optatividad en los planes de estudio. «Vamos a mejorar las condiciones laborales del profesorado, se va a negociar la adaptación de la RPT a las necesidades de la ULPGC, y la estabilización y promoción del profesorado asociado». La innovación educativa seguirá siendo un objetivo prioritario, así como la adecuación de los títulos para contribuir el desarrollo socioeconómico y cultural de Canarias.

Gregorio Rodríguez puso en valor la calidad del profesorado de la ULPGC, y sus propuestas se encaminan a incentivar la innovación docente para que «pase lo antes posible a las aulas»; cuidar de la comunidad universitaria atendiendo las necesidades sociales, psicológicas, de diversidad, y de desigualdad; y frenar las tasas de abandono en ciertas áreas. «Por lo tanto, hablamos de tres pilares: el talento de nuestros profesores, la innovación docente que llegue efectivamente a las aulas incentivándola, y cuidar del bienestar de la comunidad universitaria porque nos va en ello el que también se progrese adecuadamente dentro de la institución».

Tavío propone mejorar la calidad docente con acciones transversales, como la racionalidad en el gasto, para lo que propone ahorrar en personal con la reducción de cargos, contando con el PTGAS -personal técnico, de gestión, administración y servicios- para cumplir las funciones de directores y directoras. También apuesta por la descentralización para asegurar que el profesorado pueda dedicarse en exclusiva a la docencia e investigación, «y que el PTGAS trabaje más mano a mano con el personal docente e investigador, para evitar esos trámites burocráticos interminables». Otras acciones irán dirigidas a potenciar el valor de la innovación docente, y favorecer la formación continua del PDI y PTGAS.

Investigación

En Investigación y Transferencia, Lluis Serra recordó que en los últimos cuatro años han avanzado y fortalecido la capacidad de la ULPGC de generar y aplicar conocimientos. «Incorporamos 110 investigadores en 2024, un 85% más que en los cinco años precedentes, asegurando el relevo generacional y el dinamismo de nuestra comunidad investigadora. En captación de fondos hemos crecido un 59%, alcanzado una media anual de 23 millones de euros. Además creamos la Oficina de Servicios Científicos y reconocimos los primeros nueve servicios oficiales de la ULPGC, reforzando nuestra infraestructura científica». Para los próximos seis años propone un plan estratégico para captar proyectos competitivos, mejorando en formación, apoyo técnico y digitalización; el impulso a unidades de excelencia; la renovación de la infraestructura científico técnica; expansión de spin-off y fondos para proteger patentes; además de fortalecer la investigación y la transferencia en Ciencias Sociales y Artes y Humanidades.

María del Mar Tavío apuesta por un apoyo «más decidido y más técnico» a la investigación y transferencia, y como primera medida propone eliminar la sobrecarga que supone el trámite burocrático de los proyectos, volviendo a uno de los pilares de su programa, que es la descentralización. De cara a los investigadores junior, señala la necesidad de recuperar los proyectos propios de la ULPGC e impulsar la movilidad, aumentando la cuantía de ayudas y gestionándolas en tiempo y forma. Y en cuanto al apoyo a la transferencia, plantea una acción estratégica, claramente definida, «para que esa transferencia tenga su expresión en el mercado, con un apoyo técnico especializado y suficiente».

Rodríguez también aludió al «tapón» burocrático que sufren los servicios de investigación encargados de la gestión de proyectos y que frena a los investigadores a la hora de pedirlos. Para solucionar este problema sugiere crear una subdirección que agilice dichos trámites. Propone también recuperar el modelo del antiguo CUSID -Centro Universitario de Cooperación Internacional al Desarrollo-, que permitía gestionar y conseguir fondos a través de los proyectos de cooperación internacional. «Por último, el Gobierno de Canarias tiene sus unidades de investigación a las que dota con financiación directa, mientras que nosotros tenemos que ir a fondos competitivos. Hay que crear consorcios de investigación con la Universidad de La Laguna, en determinados ámbitos, para que el Gobierno entienda que nosotros también somos su centro de investigación y necesitamos esa financiación directa».

Financiación y Gestión

Financiación y Gestión fue el último bloque temático abordado a lo largo del debate, que comenzó con la intervención de María del Mar Tavío, reivindicando el 1% del PIB para la financiación de las universidades canarias, tal como establece la LOSU, aunque matizó la necesidad de exigirlo presentando unas «cuentas claras». Para ello considera prioritario optimizar el uso de los recursos de personal y en ese sentido insistió en que las direcciones en los diferentes vicerrectorados sean llevadas por PTGAS, «porque es un personal especializado, y además que cuando termina el mandato de un equipo rectoral y viene el siguiente, sigue estando ahí con esa información y le da continuidad a esa gestión». Y concluyó con su visión sobre la autogestión a departamentos, institutos y centros para tener una gestión más eficaz y ágil. «Eso también significa acercar esa gestión al PDI para que pueda trabajar más mano a mano con el PTGAS en el día a día».

Gregorio Rodríguez señaló la necesidad de alcanzar un acuerdo de contrato programa con el Gobierno canario que aporte una financiación plurianual a la universidad pero, además, considera que tras tanto tiempo sin esta herramienta, es necesario negociar «diferentes adendas» que permitan avanzar en infraestructuras, contratación de personal y adecuación de laboratorios docentes. Para elevar la eficiencia de la gestión, también pone sobre la mesa la estructura universitaria actual, vigente desde finales de los años 80. «Tenemos que hacer un diagnóstico para ver si esta estructura sigue siendo la más eficiente en estos momentos, y ahí, mostraremos y reorganizaremos con el conjunto de la comunidad universitaria, pactando, estudiando, consensuando, qué estructura necesitamos para ser más eficientes».

Lluis Serra, por su parte, recordó que en estos cuatro años han consolidado un equipo de gestión universitaria «único», capaz de encontrar «soluciones creativas» en un contexto regulatorio muy rígido. «En plena época de restricción presupuestaria, hemos captado fondos de remanentes propios de Fedecan, Next Generation y actualmente de remanentes del Cabildo de Gran Canaria. En los últimos años hemos gastado todo el presupuesto y tenemos capacidad de gestión», indicó. Respecto a las medidas propuestas para los próximos años, destacó como prioridad el obtener una financiación suficiente; mejorar la gestión, en especial la de los recursos procedentes de la investigación; e impulsar la agenda digital para optimizar dichos procesos.

Minuto de oro

El debate llegó a su fin con un mensaje de los dos candidatos y de la candidata para pedir el voto.

Tavío resumió el objetivo de su programa en la puesta en marcha de los cambios que necesita la ULPGC para recuperar su prestigio y liderazgo académico y sentar las bases necesarias para un crecimiento posterior. «En definitiva, queremos poner en marcha una universidad del siglo XXI, recuperar la ilusión de nuestro excelente equipo humano, estudiantado, PDI y PTGAS. Y queremos también que la sociedad canaria sienta a la ULPGC como su universidad. Es el momento del cambio y para eso pido el voto el próximo 5 de diciembre para conseguir una universidad de la que todos nos sintamos orgullosos».

Gregorio Rodríguez puso el foco en la comunidad universitaria, en las mujeres y los hombres que la componen, insistiendo en que son «lo mejor que tiene esta universidad». Pidió la implicación de todos, para que vuelvan a sentir el sentimiento de pertenencia. «La Universidad de Las Palmas de Gran Canaria no es un edificio, no es un espacio, somos todos nosotros tirando del carro, yendo hacia adelante en la búsqueda de la calidad, de la excelencia y, sobre todo, en seguir siendo el motor de transformación de Canarias. Si logramos implicarnos todos, si entendemos que este es nuestro proyecto común, la universidad tiene futuro».

Lluis Serra hizo balance de su mandato al frente de la ULPGC. «Honestamente, creo que lo hemos hecho muy bien en estos cuatro años. A finales del 2020 se nos pedía que escucháramos a la comunidad universitaria y hemos escuchado, dialogado y consensuado. Hemos avanzado hacia una ULPGC más igualitaria, más asequible, accesible y sostenible, más transparente e innovadora, más abierta a la sociedad y, sobre todo, no ofrecemos palabras huecas, ni promesas imposibles». De cara a los próximos seis años, garantiza «trabajo, dedicación, rigor y realidad», avalados por los retos logrados con más del 80% del programa cumplido. «Nos hemos entregado en cuerpo y alma a la ULPGC y seguiremos haciéndolo. No es una misión que se cumpla en cuatro años ni en seis, pero sí en ocho, nueve o diez. Sin duda, los dos candidatos y la candidata queremos lo mejor para la ULPGC, nosotros hemos demostrado además saber cómo hacerlo. A partir del 5 de diciembre sigamos trabajando juntos por esa ULPGC que queremos y que merecemos».