Problema en la infancia

Dificultades para construir frases y aprender palabras: hasta el 10% de los escolares sufren trastornos del lenguaje

Antes de los 3 años no puede haber un diagnóstico cerrado, pero previamente hay varias actitudes de los bebés que deben activar las sospechas

Un niño de infantil, pronunciado palabras.

Un niño de infantil, pronunciado palabras. / José Luis Roca

Olga Pereda

Dificultades para construir frases o conjugar verbos, aprietos para aprender nuevas palabras y simplificar demasiado los sonidos (por ejemplo, decir 'co' en lugar de coche). Estos son algunos patrones del trastorno del lenguaje: la dificultad severa y persistente de comprensión y/o expresión del lenguaje. Estamos hablando de un desorden del neurodesarrollo que sigue siendo un gran desconocido a pesar de afectar a un porcentaje de la población escolar de entre el 7% y el 10%. Es decir, dos alumnos por clase. Más allá del componente genético, se desconocen sus causas exactas.

Alfonso Igualada, logopeda, doctor en Ciencias del Lenguaje y profesor de los estudios de Psicología y Ciencias de la Educación de la Universitat Oberta de Catalalunya (UOC), explica la importancia que tiene detectar la patología del lenguaje y tratarla de manera temprana de la mano de logopedas. También es fundamental hacer un acompañamiento a lo largo del tiempo. En caso contrario, las consecuencias pueden ser muy serias. Desde dificultades severas con la lectoescritura hasta riesgo de 'bullying'. Incluso problemas más graves.

Más allá del factor genético, se desconocen las causas de este desorden del neurodesarrollo que, de media, afecta a dos alumnos por clase

Desventaja invisible

El docente de la UOC es uno de los investigadores, junto con Josep Quer, de la Universitat Pompeu Fabra, del proyecto europeo ‘'ustice to youth language needs: human rights undermined by an invisible disadvantage' ('Justicia para las necesidades lingüísticas de los jóvenes: los derechos humanos socavados por una desventaja invisible'). En él, expertos de 24 países trabajan en diferentes proyectos de divulgación y sensibilización.

Son señales de alarma no señalar con el dedo a personas u objetos para comentar sobre ellos, no decir palabras con 12 meses y no poder construir una frase de dos términos con 2 años

Según estudios realizados con población anglosajona (perfectamente extrapolables a Europa) entre un 40% y un 70% de adolescentes y jóvenes que llegan al sistema de Justicia por delincuencia u otros conflictos serios tienen patologías del lenguaje. “Es necesario –explica Igualada– trabajar en este sentido y tener intervenciones adecuadas. De esa manera, se puede brindar calidad de vida a estos chavales, que serán productivos a la sociedad. Además, evitaremos desgaste de recursos judiciales”.

Alertas en los bebés

Para desmontar mitos y profundizar en las teorías científicas, la UOC celebró el 30 de noviembre en su campus de Barcelona una jornada para profesionales de la educación sobre dificultades del aprendizaje y trastornos del lenguaje. El profesor de la universidad catalana explica que, dado que cada niño y niña tienen su ritmo de aprendizaje, hasta los 3 años no puede haber un diagnóstico cerrado, pero antes de esa edad hay varias actitudes de los bebés que deben activar las sospechas de madres, padres, profesores o pediatras. Por ejemplo, no señalar con el dedo a otras personas u objetos para comentar sobre ellos. “Este tipo de gestos son predictores del lenguaje”, añade el investigador. No decir palabras con 12 meses y no ser capaz de construir una frase de dos palabras con 24 meses también son señales de alarma.

Adquisición del lenguaje

La adquisición del lenguaje es un proceso en el que se desarrollan una serie de habilidades diferentes. Durante los primeros seis meses de vida, los niños empiezan a producir sus primeros sonidos, desde ruiditos producidos en la garganta hasta sonidos vocálicos cada vez más claros. Un poco más tarde, entre los 6 y los 8 meses, aparecen las primeras sílabas, que al principio son más difíciles de identificar porque constituyen sonidos consonánticos y vocálicos que poco tienen que ver con el repertorio de sonidos de la lengua, hasta llegar a ser sílabas bien definidas.

Hacia el final del primer año de vida, el niño ya se prepara para producir las primeras palabras y para desarrollar habilidades comunicativas cada vez más complejas, explica Igualada, que forma parte de 'Antes de las primeras palabras', un proyecto RecerCaixa que reúne al Grupo de Estudios de Prosodia (GrEP), de la Universitat Pompeu Fabra (UPF), y al Laboratorio de Atención, Percepción y Adquisición del Lenguaje (APAL), de la Universitat de Barcelona.

"No te fíes del profesional que no da importancia a estas preocupaciones. Fíate del que te dice: 'Vale, vamos a esperar un poco, le seguimos observando y le volvemos a evaluar'"

Alfonso Igualada

— Profesor universitario y logopeda

Consciente de lo desorientadas que pueden estar muchas madres y padres de bebés que no cumplen determinados hitos con el lenguaje, Igualada lanza un consejo fundamental: "No te fíes del profesional que no da importancia a estas preocupaciones. Fíate del que te dice: vale, vamos a esperar un poco, le seguimos observando y le volvemos a evaluar".

El experto recuerda a las familias que, más allá de las revisiones pediátricas, el primer profesional que evalúa en el entorno educativo al menor es el psicopedagogo adscrito al colegio. Sin embargo, Igualada reivindica la necesidad de que sea un equipo multidisciplinar, con logopedas, los que realicen los primeros informes.

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