Las interconsultas entre médicos de la sanidad canaria tardan hasta un año en resolverse

Hasta un año puede tardar un médico de la sanidad canaria la respuesta a una consulta de otro colega. Las interconsultas entre Atención Primaria, los Centros de Atención Especializada y las Urgencias hospitalarias con los especialistas que trabajan en hospitales pueden permanecer sin respuesta de 10 a 15 meses. Consultas que, en muchos casos, son necesarias para poder seguir adelante con el diagnóstico de las patologías de un paciente y cuya demora retrasa también la posibilidad de su cura o resolución.

Este retraso, que ha sido constatado por varios profesionales del Servicio Canario de la Salud así como del Colegio de Médicos de ambas provincias, es uno de los cuellos de botella de la sanidad isleña. Un tapón que impide la llegada de pacientes a un nivel superior de atención (como la cirugía u otra consulta presencial), que retrasa los diagnósticos y que, en última instancia, mantiene en un limbo a cientos de pacientes isleños. 

Este problema se limita únicamente a los servicios extrahospitalarios, ya que los sindicatos aseguran que dentro de los propios hospitales estas peticiones de información se resuelven prácticamente al instante. 

Los profesionales de los centros de salud y de los CAE llevan un tiempo percatándose de que sus insistentes preguntas no obtienen respuesta durante meses. «A finales de noviembre aún había especialidades respondiendo preguntas de febrero», indica uno de los profesionales consultados, que critica que muchas veces se encuentra ante el paciente sin poder darle una respuesta porque no ha conseguido más información. Los sindicatos de Médicos de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria corroboran este testimonio e indican que el tiempo de demora varía entre las especialidades, pero que es especialmente importante en las tres más saturadas (traumatología, oftalmología y dermatología), además del servicio de rehabilitación. 

Que la demanda de estas especialidades en Canarias es mucho mayor que en el resto se puede constatar en los últimos datos publicados de las listas de espera. Según el informe de junio de 2024 publicado por la Consejería de Sanidad, casi la mitad de los pacientes que se encuentran esperando por una consulta lo hacen para ver a su oftalmólogo, traumatólogo o dermatólogo. Esta saturación llega incluso a los quirófanos. De las 34.125 personas que se encuentran esperando por una operación, el 48% (16.626) esperan entrar en un quirófano para operar una afección traumatológica u oftalmológica. 

Las demoras no se quedan, sin embargo, en las interconsultas. También se están dando con la resolución de las pruebas diagnósticas. Y es que, aunque estos exámenes (resonancia, TAC, mamografías, ecografías o endoscopias, entre otras) se puedan hacer en tiempo y forma, a la hora de la verdad, los informes que deben hacer los radiólogos no llegan tan rápido como se esperaría. «Hay veces que los pacientes llegan a consulta con una cita y el médico no tiene el informe, con lo que no puede proseguir con el diagnóstico», revela Cabrera. 

Este análisis es vital para los profesionales, ya que lo necesitan para poder avanzar en el diagnóstico. En este caso, los facultativos tienen que hacer «malabares» para introducir de nuevo a los pacientes en el sistema. «A veces le dan cita para otra prueba y otras piden que vuelvan a llamar al Servicio Canario de la Salud aludiendo que le faltan los resultados de una prueba». Como no hay hueco para retomar la consulta, es necesario finalmente «forzar» esa inclusión en agenda. 

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Falta de personal

Los sindicatos de médicos consideran que este problema tiene dos orígenes: la falta de personal –a la que se une la falta de especialistas– y la escasez de recursos de cirugía. «Hay muchos trabajadores en los dos hospitales que tienen permisos paternales, bajas por enfermedad o han pedido la reducción de jornada», señala Cabrera. En algunos casos, esta situación ha provocado que los servicios se queden sin profesionales. Por ejemplo, el servicio de Neurocirugía del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria llegó a estar tres meses sin poder pasar consulta por falta de efectivos para cubrir la demanda. 

El secretario general apoya que los derechos de los trabajadores hayan avanzado hacia la conciliación, pero exige que la Administración tome cartas en el asunto para aumentar las plantillas y mantener los servicios sanitarios con personal suficiente como para suplir las necesidades de la población. «Hay que conjugar los derechos sin mermar la asistencia sanitaria», indica Cabrera, que exige a la Consejería de Sanidad «reconsiderar las plantillas de los hospitales». 

A esto se une la necesidad de encontrar especialistas, el gran obstáculo de la sanidad en toda España. La falta de especialistas repercute también en las interconsultas, ya que el sindicato ha constatado que los médicos generalistas (homologados del extranjero) realizan más interconsultas. «Y la mayoría son peticiones que se podrían resolver si tuvieran los conocimientos de un médico de cabecera», indica Cabrera. Por último, el sindicalista hace alusión a la necesidad de aumentar los quirófanos. «Se necesitan más recursos para poder operar más y poder dar salida a las personas que lo necesitan», concluye. 

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