Microburbujas y aceites naturales para criar una lubina de primera

El enriquecimiento ambiental con microburbujas y el uso de ingredientes funcionales de origen vegetal -aceites naturales o extractos de plantas-, como el cannabidiol, de manera individual o combinada, eleva el bienestar de la lubina europea cultivada en granjas acuícolas, reduciendo el estrés, y mejorando la ganancia de peso y su supervivencia. Así concluye el estudio realizado en el Instituto Universitario de Investigación en Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos (Ecoaqua) de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, fruto del trabajo fin de máster (TFM) de Valery Ravelo titulado Mejora del bienestar de la lubina (Dicentrarchus labrax) mediante adaptógenos y enriquecimiento ambiental, dirigido por el catedrático de la ULPGC Daniel Montero, investigador del grupo GIA de Ecoaqua, y Silvia Torrecillas, investigadora en nutrición y salud acuícolas del Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias (IRTA), de la Generalitat de Cataluña.

Pionero

Se trata del primer estudio que indaga al mismo tiempo en el uso de dos potenciadores de bienestar en los peces de acuicultura, por un lado el cannabidiol en la dieta, y por otro, las microburbujas como enriquecimiento ambiental, además de ser también la primera vez que se hace con la lubina, un pez extremadamente sensible. «El cannabidiol es un extracto del cannabis sativa pero que carece del componente psicoactivo, y se ha visto que en diversos estudios, tanto en humanos como en vertebrados superiores, tiene capacidad antiinflamatoria, inmunomodulatoria y antiepiléptica», explicó Ravelo.

De ahí parte su investigación, dado que existen pocos estudios acerca de este ingrediente alternativo en los peces de acuicultura, y ninguno sobre el uso en conjunto con las microburbujas como enriquecimiento ambiental. «Queríamos ver la sinergia entre dos tipos de potenciadores del bienestar y también su actuación de manera independiente, y comprobamos que, en conjunto, con el enriquecimiento y el cannabidiol, mejoraron los parámetros de crecimiento, había mucha menos mortalidad y los rangos de cortisol también eran mucho más bajos».

Este trabajo ha revelado que la utilización de esta estrategia innovadora permitió incrementar diversos parámetros de bienestar ya que los ejemplares de lubina estudiados aumentaron su supervivencia y redujeron sus niveles de cortisol después de estrés. «Tras diseccionar distintas partes del cerebro de la lubina, vimos que la expresión de genes en el cerebro apuntaban a una mejora en la respuesta al estrés de estos peces».

Estrés

Un hallazgo importante teniendo en cuenta que la lubina es una de las especies de acuicultura en España, que tiene mayor relevancia económica, y que posee la características de ser particularmente sensible al estrés, en comparación con otras como la dorada. En Canarias se cultiva mucha lubina, y ha aumentado bastante su consumo, y los resultados de este estudio contribuirán a minimizar ese riesgo de estrés.

También arroja luz sobre la dosis ideal de cannabidiol para mejorar el crecimiento de los peces, ya que, en base a otros estudios, la investigadora conocía que tiene que utilizarse en periodos de tiempo concretos, no muy largos, y en dosis determinadas, «porque se ha visto que a dosis muy altas puedes tener un efecto nocivo, y a dosis muy bajas no hacen efecto, entonces cogimos la concentración idónea. Lo teníamos en extracto de aceite y añadimos 10 mg/kg de cannabidiol en 12,5 ml de aceite de coco de manera progresiva para esparcir bien el cannabidiol y luego esa mezcla la añadíamos al pienso para que estuviese correctamente impregnado».

Así, concluyeron a través de este estudio realizado en 38 días, que el enriquecimiento ambiental con microburbujas mejoró de manera significativa distintos parámetros de crecimiento como la ganancia de peso, el peso final, la tasa de crecimiento específica y el factor de conversión del alimento; mientras que el uso de cannabidiol no generó efectos negativos en el crecimiento de los peces, mejorando los indicadores de salud y generando una mejora en el bienestar de las lubinas, -aumentaron su supervivencia y redujeron sus niveles de cortisol después de estrés-, abriendo la puerta a futuras investigaciones sobre su posible aplicación en la acuicultura sostenible.

Rentabilidad y sostenibilidad

El trabajo de investigación desarrollado por Valery Ravelo -que actualmente continúa su formación en el programa de doctorado en Acuicultura Sostenible y Ecosistemas Marinos en el Instituto Ecoaqua-, ha permitido avanzar en el conocimiento de estrategias novedosas para garantizar el bienestar de los peces en acuicultura, contribuyen al impulso de la rentabilidad económica y la sostenibilidad ambiental de la producción acuícola, ya que estos animales se enfrentan a un entorno en constante cambio, en el que las dietas varían en base a factores socioeconómicos y a la disponibilidad de ingredientes. Además, estos peces, como consecuencia del cambio climático, se exponen a variaciones en las condiciones ambientales, así como a patógenos emergentes y contaminantes.