Canarias es la región europea con más ingenieras y médicas

Las mujeres ocupan el 60% de las plantillas de este sector en el Archipiélago

Cuando se incluyen otras ramas científicas, como las ciencias sociales, el porcentaje de representación cae al 39,4%

Una cirujana del Hospital Universitario de Canarias en una intervención quirúrgica.

Una cirujana del Hospital Universitario de Canarias en una intervención quirúrgica. / Andrés Gutiérrez

Verónica Pavés

Verónica Pavés

Santa Cruz de Tenerife

Las mujeres científicas e ingenieras en Canarias son mayoría. El 59,2% de los trabajadores del sector científico y tecnológico en las Islas son mujeres, lo que convierte al Archipiélago en la región europea con mayor presencia femenina en la ciencia.

En concreto, según los últimos datos proporcionados por Eurostat en 2023 había 36.500 mujeres trabajando en el sector de la salud, ingeniería y tecnología. El porcentaje de mujeres es mayor que la media nacional (50%) y está muy por encima de otras regiones líderes en igualdad como Dinamarca (50,8%), Bulgaria, Letonia o Irlanda (49,1%, respectivamente). 

Desde la Consejería de Universidades y Ciencia se ha valorado positivamente este dato, aunque insisten en que «hay que continuar trabajando para mejorarlo». En este sentido recuerdan que desde Ciencia e Innovación se trabaja ena fortalecer el papel de la mujer en la I+D+i, acercando el conocimiento a la juventud, de forma fácil y atractiva, con el fin de fomentar las vocaciones científicas y tecnológicas, y así favorecer que las mujeres tengan un mayor protagonismo y contribuir a la evolución hacia una sociedad con mayor presencia de las mujeres en puestos relevante en estos ámbito.

Estos datos tan solo tienen en cuenta a aquellos profesionales de ciencias de la salud, ingeniería y de tecnologías de la información y comunicación, pero no ciencias sociales ni humanidades. Una vez se añaden estas profesiones, Canarias no sale tan bien parada. Por esta razón, estos datos contrastan con los del informe Científicas en Cifras de 2025, editado por el Ministerio de Ciencia e Innovación. 

Según este informe, que se basa en los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en Canarias las mujeres investigadoras representan el 39,4% del total. De hecho, Canarias es la comunidad en la que ellas se han hecho menos hueco en la administración pública. En este sector (que incluye, entre otros tipos de organismos, los centros públicos de investigación y los institutos de investigación sanitaria) las mujeres canarias son las más infrarrepresentadas. Canarias también está a la cola de la paridad en las empresas (27,3%) y en las organizaciones sin ánimo de lucro (19,2%). Sin embargo, en enseñanza superior (universidades), la proporción de investigadoras sí que llega al 43,2%. 

En los centros de investigación del Archipiélago hay disparidades. Por ejemplo, el Instituto de Astrofísica de Canarias (IAC) , que asume que aún hay mucho que hacer, cuenta con una plantilla masculinizada. El 65% del personal está formado por hombres, mientras que las mujeres apenas representan el 35%. Sin embargo, el IAC ha abanderado la lucha por la igualdad, siendo uno de los primeros centros en contar con un plan de igualdad (ya va por la tercera edición) que aplica y evalúa. 

En la Universidad de LaLaguna (ULL) el porcentaje de docentes investigadoras alcanza el 41,6% del total, mientras que en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria (ULPGC) se sitúa en el 40,5%. Por su parte, en el Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC), se ha conseguido la completa paridad, con 62 mujeres frente a 63 hombres. 

Impactos legislativos

El Ministerio de Ciencia e Innovación, liderado por Diana Morant, se ha obcecado en cambiar esta realidad que afecta a la mayor parte del sector científico. No en vano, a día de hoy los estereotipos de género sociales siguen presentes en la mayoría de las carreras universitarias. En las universidades canarias, por ejemplo, mientras el 70% de las egresadas en Ciencias de la Salud son mujeres, apenas representan el 25% de las personas que acaban la carrera en Ingeniería y Arquitectura. 

Las trabas de género no se quedan ahí. Cuando las mujeres deciden continuar con su carrera científica, la falta de adaptación del sistema a las mujeres provoca que muchas se descuelguen a la mitad. Entre los motivos aluden a la incapacidad de conciliar su carrera laboral con su vida personal o la precariedad.

La Ley de la Ciencia de 2022 fue un hito para lograr la paridad en el sector. La reforma de esta normativa establece la obligatoriedad de planes de igualdad y mecanismos para eliminar los sesgos de género en los procesos de selección, así como protocolos frente al acoso sexual. Además, el proyecto incluía mayor estabilidad económica para los profesionales. 

Científicas en Cifras ha analizado los impactos de la ley dos años después. Por ejemplo, el informe destaca que, desde la aplicación de la Ley, la participación de mujeres en comisiones de evaluación ha crecido del 42,7% en 2020 al 44,5% en 2023, garantizando una mayor equidad en la asignación de recursos.

Además, una de las novedades de esta edición es un estudio de percepciones a través de encuestas y grupos focales, permitiendo complementar el análisis cuantitativo con la experiencia directa del personal investigador. El informe manifiesta la persistencia de las barreras estructurales a las que las mujeres se enfrentan en su carrera profesional y la existencia de puntos de vista contrapuestos entre las vivencias de mujeres y hombres.

Por ejemplo, las mujeres valoran considerablemente peor que los hombres las medidas de conciliación entre la vida laboral y personal, y perciben más dificultades que ellos en el acceso a oportunidades en condición de igualdad de méritos. Además, el acoso sexual y por razón de sexo aparece como un problema que afecta mayoritariamente a las mujeres y al que los hombres son menos sensibles y del que son menos conscientes.

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