ESPECIAL | AMOR Y PAREJAS
Poliamor, relaciones abiertas... los nuevos modelos de pareja
RED DE CONTENIDOS DE PRENSA IBÉRICA
Las parejas pueden tener muchas formas y colores, y cada vez son más habituales en nuestro entorno las relaciones abiertas como supuesto remedio para lograr una pareja estable, saludable y duradera donde la fidelidad no es entendida como sinónimo de exclusividad sexual, sino de respeto mutuo y de tener ese vínculo de confianza.
En todo caso iniciarse en el mundillo del poliamor puede resultar complicado y hay que saber que ser poliamoroso es poder amar a una persona y disfrutar del sexo con otras (aunque esa es la filosofía común, hay que tener en cuenta que lo que vale es lo que se acuerde con la pareja antes de darle al cuerpo ‘alegría macarena’).
Antes de considerar "abrir la relación", es fundamental que tu vínculo de pareja sea sólido. Si tenéis problemas de confianza o comunicación, una relación abierta solo añadirá más estrés y complicaciones, así que asegúrate de que ambos os sintáis seguros y felices juntos antes de dar este paso. Y, además, los dos debéis estar plenamente convencidos de darlo.
"Cuando las cosas se hacen bien, una relación abierta puede ser positivo para la pareja", asegura Arola Poch, sexóloga de Wyylde. "Por ejemplo, más confianza, complicidad, sinceridad y comunicación en todos los aspectos de la relación. Es una buenísima oportunidad para conocerse a uno mismo y para crecer como personas y como pareja. Hay que tener claro que una relación abierta no es ni mejor ni peor que una que no lo es. Lo importante es poder construir la relación que mejor nos encaja de forma sana y libre. Sin prejuicios".
Manejar los celos y las emociones
Los celos son una emoción natural que puede surgir en cualquier tipo de relación, y en una relación abierta es probable que aparezcan en algún momento. La clave es abordar los celos de manera constructiva: habla abiertamente con tu pareja sobre tus sentimientos y trabajad juntos para encontrar soluciones reales. Recuerda que los celos (no patológicos) no son una señal de debilidad, sino una oportunidad para fortalecer la comunicación y la confianza.
"Puede que nunca hayas sido celoso/a, controladora o desconfiado, pero en esta relación… te has visto revisando el móvil, queriendo saber con quién habla o sintiéndote pequeño/a constantemente. Y te preguntas:¿Me estoy volviendo tóxico/a?", reflexiona la psicóloga Cristina Callao, más conocida en redes sociales como 'co_razones'.
Callao pone el foco en que "te hagan sentir inseguro/a no justifica que cruces tus propios límites (...) Puedes sentir celos sin controlar. Puedes sentir miedo sin vigilar. Puedes sentir inseguridad y aún así elegir el respeto".
Cada pareja es única, y lo mismo ocurre con los acuerdos en una relación abierta. Definir límites y reglas es esencial porque ¿qué está permitido y qué no? Es importante ser específicos sobre lo que ambos consideráis aceptable, tanto en términos sexuales como emocionales. Estas conversaciones pueden parecer incómodas al principio, pero son necesarias para proteger los sentimientos y el bienestar de ambos.
El sexo no lo es todo... pero importa (y mucho)
Sabemos que el sexo no es lo más importante en la vida ni en una relación, pero la realidad es que es muy beneficioso. El 80% de las parejas experimenta discrepancias en el deseo sexual. Su falta puede generar frustración y puede llegar a ser una fuente de estrés. Actualmente, es la principal razón por la cual las personas acuden a terapia de pareja.
Se trata de una situación frecuente, ya que el 45,7% de las mujeres y el 24,9% de los hombres han sentido falta de deseo en algún momento de su vida. Hay múltiples factores que pueden causar la pérdida de deseo, entre las que destacan las emocionales como el estrés o la ansiedad; las médicas, como el momento del ciclo menstrual o los efectos secundarios de medicamentos; las contextuales, como las creencias sobre el sexo o el cansancio; y las sexuales.
"Pasar por momentos en los que el apetito sexual disminuye es totalmente normal, y no debe acarrear sentimientos de culpa, vergüenza o inseguridades, tanto si se tiene pareja como si no es así. La libido fluctúa según muchos factores a lo largo de nuestra existencia, y no hay un deseo sexual 'normal' o 'establecido'", explica Monica Branni, psicóloga y sexóloga de Platanomelón.
"Igual que algunas personas tienen más ganas de salir de fiesta o se duermen más rápido, en la esfera sexual pasa lo mismo"
El deseo sexual puede entrenarse, cuidando nuestros hábitos para mejorar el deseo espontáneo y trabajando el deseo reactivo mediante la erotización de situaciones cotidianas del día a día. El deseo espontáneo es el resultado de nuestros hábitos saludables (alimentación equilibrada, actividad física, sueño reparador, salud emocional), mientras que el deseo reactivo es resultado de los estímulos eróticos tanto internos como internos (pensamientos, fantasías, sueños eróticos, películas, canciones, etc).
Sinceridad, privacidad y confianza
Si decides tener relaciones con otras personas, la honestidad y transparencia son fundamentales. No solo con tu pareja principal, sino también con las personas con las que te relacionas: nadie quiere ser engañado o usado, así que sé clara sobre tu situación y tus intenciones desde el principio, o acabarás encontrándote con un dramón que ni los Bridgerton.
Otro de los puntos clave es el respeto por la privacidad. No invadas la vida personal o las relaciones de terceras personas. Cada miembro de la pareja debe sentirse seguro y esto incluye mantener ciertos aspectos de sus vidas privadas. Este respeto mutuo es vital para que la relación abierta sea saludable y duradera.
Una relación abierta no significa descuidar tu relación principal. Sigue apostando por la conexión emocional y el compromiso con tu pareja: planifica tiempo de calidad juntos, tened detalles entre vosotros y asegúrate de tu vínculo sigue siendo fuerte. Al final del día, por muchas idas y venidas que tengáis fuera, o una agenda completísima de actividades con otros, es la relación principal la que debe permanecer sólida y feliz.
Cada pareja es un mundo, y lo más importante es que ambas partes se sientan cómodas y de acuerdo con las normas que, recalcamos, es importante dejar claras desde el principio. La comunicación y el respeto mutuo son las claves para que cualquier relación, abierta o no, funcione de manera sana.
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Textos: Laura Gómez y Rocío Robledo (Cuore); Carolina Benavente y Juanan Navarro (Código Nuevo); Olga Pereda y Fidel Masreal (El Periódico); Sara Ullate (Woman Madame Figaro); Rafael Sardiña (Guía de Salud); María G. San Narciso (El Periódico de España); Ágatha de Santos (Faro de Vigo); Johanna Betancor Galindo (La Provincia).
Coordinación: Marian Navarcorena, Nekane Chamorro y Jorge Fauró.
Dirección: Gemma Robles.