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Entrevista | Alejandro Fuertes Psiquiatra

Alejandro Fuertes: «La estimulación transcraneal demuestra eficacia en ancianos»

El profesional del Hospital de La Salud de Valencia aborda los beneficios de usar campos magnéticos para tratar la depresión en pacientes mayores, en el XXII Congreso de la Sociedad Española de Psicogeriatría

El doctor Alejandro Fuertes, este viernes, durante la reunión de expertos en el Palacio de Congresos de Canarias.

El doctor Alejandro Fuertes, este viernes, durante la reunión de expertos en el Palacio de Congresos de Canarias. / Andrés Cruz

Las Palmas de Gran Canaria

En este congreso ha hablado de su experiencia con la estimulación magnética transcraneal en ancianos. ¿Por qué se caracteriza este procedimiento?

La estimulación magnética transcraneal se engloba dentro de las denominadas técnicas de estimulación cerebral no invasivas, que lo que hacen es modular la actividad del cerebro sin necesidad de practicar una cirugía o de estimular directamente el cerebro del paciente. Gracias a este procedimiento, conseguimos esa modulación a través de la aplicación de pulsos electromagnéticos a baja o alta frecuencia, en función de lo que queramos conseguir. Esto permite incrementar o inhibir el nivel de actividad de determinadas áreas corticales para mejorar la sintomatología de los pacientes.

¿Qué evidencia existe sobre la aplicación de esta técnica en pacientes de edad avanzada?

La estimulación magnética transcraneal está aprobada desde 2008 por la FDA. En España también se aplica desde hace ya muchos años, pero hemos tardado más en implementarla. En la actualidad, ya se utiliza tanto en el ámbito público como en el privado. La técnica está aprobada, sobre todo, para tratar la depresión resistente al tratamiento convencional tanto en adolescentes como en adultos, sin límite de edad. Hay muchos ensayos clínicos y metaanálisis que demuestran su eficacia, algo que ha aumentado con el paso de los años por la mejora de la tecnología y el avance del conocimiento que existe a la hora de aplicarla. Hay que decir que, en el caso de las personas mayores, la depresión tiene unas características diferentes porque el cerebro es distinto. De hecho, es frecuente que sufran más atrofia cortical y que tengan una menor conectividad, lo que en ocasiones hace que sean más difíciles de tratar que los adultos más jóvenes. En los ancianos también suele haber comorbilidades, un hecho que provoca que muchas veces el tratamiento farmacológico se vea más limitado. Por tanto, la estimulación magnética transcraneal ayuda a cubrir la necesidad de poder tratar a este grupo de pacientes sin incurrir en otros efectos adversos a nivel sistémico.

¿Es posible utilizarla para abordar otros trastornos o enfermedades?

La patología para la que más se utiliza y para la que existe una mayor evidencia científica es la depresión mayor o resistente. Sin embargo, desde 2018, la técnica también está aprobada para el tratamiento del trastorno obsesivo-compulsivo. Además, se ha empezado a emplear para abordar las adicciones, la ansiedad, el trastorno por estrés postraumático y el deterioro cognitivo de base o asociado al alzhéimer.

¿Qué requisitos deben reunir las personas que se pueden beneficiar de este recurso terapéutico?

En realidad, la estimulación magnética transcraneal no presenta contraindicaciones importantes, salvo en casos muy específicos. En general, los pacientes no deben portar nada que sea sensible a los campos magnéticos en del cerebro. Tampoco se aconseja aplicarla en las personas que sufren epilepsia, aunque el riesgo de inducir una crisis epiléptica está cifrado en un 0,3%. Más allá de esto, se suele tolerar muy bien y apenas produce efectos secundarios. Los más comunes son la aparición de dolor de cabeza tras las primeras sesiones y una ligera molestia en la musculatura facial causada por los pulsos. En la población anciana, que es la que ahora nos ocupa, ha demostrado buena tolerancia y buenos efectos.

«La terapia permite tratar a estos pacientes sin incurrir en otros efectos adversos a nivel sistémico»

¿Existen factores clínicos o de imagen que ayuden a predecir el perfil de los pacientes que van a responder mejor al tratamiento?

En cuanto a los factores clínicos, cabe señalar que, cuanto más tiempo lleva el paciente con sintomatología depresiva, más difícil resulta que responda al tratamiento. La edad también influye, aunque esto no significa que la terapia no sea eficaz en pacientes mayores. A la lista se suman las comorbilidades psiquiátricas y la capacidad de cada persona para adherirse al tratamiento, ya que debe aplicarse a diario durante varias semanas. Esto puede suponer una dificultad para los pacientes de edad avanzada, ya que a veces no pueden desplazarse todos los días al centro donde reciben la terapia. En la actualidad, no disponemos de factores de imagen que actúen como grandes predictores. Ahora bien, la neuroimagen se utiliza cada vez más para localizar con precisión la diana cortical que se desea estimular.

¿Cuánto tiempo suele durar la terapia en la población anciana?

Los ensayos clínicos que han demostrado mayor eficacia en adultos mayores contemplan más de 30 sesiones, administradas a razón de una por día. En adultos jóvenes ya se recomienda un mínimo de 30 sesiones, pero en el caso de las personas mayores, como resulta más difícil modificar y modular la actividad cerebral, la duración del tratamiento debe ser mayor. Ahora han surgido protocolos acelerados que permiten combinar sesiones y hacer un máximo de diez al día, lo que acorta el tiempo de tratamiento. No obstante, los protocolos siempre se adaptan a cada paciente.

¿Se puede combinar con otros tratamientos?

Siempre que sea posible, se debe combinar con tratamiento farmacológico para que tenga una mayor eficacia. También es aconsejable recurrir a la terapia psicológica.

¿Suelen producirse recaídas?

Las recaídas son muy frecuentes en los pacientes con depresión, incluso en aquellos que en algún momento cumplen criterios de remisión, es decir, que mejoran o se curan al no presentar síntomas, pero más tarde recaen. Por este motivo, se aplican protocolos de mantenimiento. En mi experiencia clínica con la estimulación magnética transcraneal suelo referirme a la regla de los tercios, que habla de que un tercio de los pacientes no responde al tratamiento, otro tercio logra reducir los síntomas de la depresión un 50% o más, y el tercio restante alcanza una remisión completa. Sin embargo, siempre es imprescindible tener en cuenta los protocolos de mantenimiento.

¿Es posible volver a aplicar la técnica en el futuro?

Sí. Una de las grandes ventajas de la estimulación magnética transcraneal es que, en general, los efectos son reproductibles a largo plazo, algo que no sucede con la medicación. Por tanto, en los pacientes que recaen, lo recomendable es aplicar el mismo protocolo que les hizo efecto en el primer momento.

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