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Canarias cerrará el año sin activar el cribado de cáncer de cérvix

El SCS aún trabaja en la integración del ‘software' que se requiere en el sistema de Atención Especializada y los diferentes laboratorios.

Personal de laboratorio analiza una muestra.

Personal de laboratorio analiza una muestra.

Las Palmas de Gran Canaria

El Archipiélago cerrará 2025 sin haber puesto en marcha el cribado poblacional de cáncer de cérvix, lo que se traduce en un nuevo retraso en su implantación en las Islas, pues la Consejería de Sanidad del Gobierno de Canarias había anunciado que el programa comenzaría a ejecutarse en el último trimestre de este año. Según informan desde el citado departamento del Ejecutivo autonómico, aún se está trabajando en la integración del software que se requiere en el sistema de Atención Especializada y los diferentes laboratorios. Ahora, el objetivo es que la actividad se materialice en el transcurso de 2026, cumpliendo así con el plazo concedido por el Ministerio.

«El software es importante porque permite gestionar, planificar y evaluar tanto las citas como los resultados. Tiene que estar integrado en la historia clínica, por lo que esta herramienta es imprescindible para poner en marcha un programa de cribado poblacional», detallan las mismas fuentes.

En noviembre de 2024, la Consejería aseguró a este medio que el Servicio Canario de la Salud (SCS) ya había concluido el desarrollo e integración de esta aplicación dentro del sistema informático Drago AP, si bien en ese momento todavía quedaba pendiente su adherencia al sistema de Atención Especializada. Pero, ¿por qué no ha culminado aún esta acción? Básicamente, por la propia complejidad del proceso, un hecho que impide predecir una fecha concreta para su activación en 2026. Por ahora, el cribado continúa realizándose de forma oportunista en la región.

Protocolo

El protocolo del screening de cáncer de cérvix establece que la toma de muestras se realizará en los centros de salud, desde donde serán derivadas a los hospitales de referencia correspondientes para hacer el análisis pertinente. Todos los laboratorios de los centros hospitalarios del SCS disponen desde el pasado año de la tecnología y los materiales necesarios para llevar a cabo estos estudios, por lo que es posible utilizarlos en aquellas citologías en las que se detecte alguna anomalía y en los casos vinculados al virus del papiloma humano (VPH), una infección que está muy relacionada con el desarrollo de esta neoplasia.

Hay que recordar que fue en 2019 cuando el Ministerio de Sanidad planteó cambiar el sistema de detección del cáncer de cérvix y decidió conceder a las comunidades un plazo de cinco años para iniciar la modificación del programa. Ahora bien, otorga otros cinco para alcanzar una cobertura próxima al 100% de la población diana.

Desde abril de 2021, cuando el Consejo de Gobierno autorizó la cesión del equipamiento y la compra del material necesario en la comunidad autónoma, la administración sanitaria ha fijado varias fechas para la puesta en marcha de este programa de detección precoz, sin que hasta ahora se haya cumplido ninguna. La primera previsión situaba el inicio en el segundo semestre de ese año. Después, se estableció como límite el primer trimestre de 2022 y, más tarde, junio de 2023 y finales de 2024. En enero de 2025, con el personal ya formado y los pliegos publicados para realizar la citología líquida –una técnica más avanzada que la tradicional–, el propósito era que pudiera arrancar en el último trimestre de este año.

La población diana de esta iniciativa la conforman las mujeres de entre 25 y 65 años. No obstante, el tipo de prueba y la frecuencia con la que debe realizarse varían según la edad y el estado vacunal frente al VPH.

De acuerdo con la Orden SND/454/2025, de 9 de mayo, las pacientes de 25 a 29 años que no estén vacunadas deberán someterse a una citología cada tres años, mientras que aquellas que sí lo estén seguirán un protocolo adaptado en función del grado de implementación del programa, que contempla una citología cada tres años, o bien, iniciar el cribado a partir de los 30 años.

Por su parte, a las que tengan entre 30 y 65 años se les practicará una prueba de detección del VPH, con independencia de su estado vacunal. Si el resultado es negativo, habrá que repetir el procedimiento al cabo de cinco años. Por el contrario, si es positivo, se realizará un triaje mediante citología. Si el estudio no muestra signos de alto riesgo, se repetirá la prueba del VPH al año siguiente para un seguimiento más exhaustivo.

El cáncer de cérvix, también conocido como cáncer de cuello uterino, es un tumor de crecimiento lento que se origina en el cuello del útero. Se trata de la tercera neoplasia ginecológica más frecuente, si bien más del 90% de los cuadros están relacionados con el VPH, una afección que se transmite a través de las relaciones sexuales sin protección.

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