Ciencia | Festival de divulgación científica Ínsula 2025
Ana Crespo, bióloga y presidenta de la Real Academia de Ciencias: "Dedicaría otra vida entera al estudio de la simbiosis"
La doctora en Ciencias Biológicas por la Universidad Complutense de Madrid inauguró este jueves el Festival de Divulgación Científica Ínsula junto a la periodista de The Conversation, Lorena Sánchez

La bióloga canaria Ana Crespo / lp/dlp
Doctora Crespo, su ponencia inaugural en el Festival de Divulgación Científica Ínsula se tituló Un viaje a Marte. ¿Usted sueña más con el planeta rojo o con volver a la Luna? ¿Ve la colonización de otro planeta como algo factible?
Esas eran mis fantasías infantiles. Por alguna razón, el planeta rojo siempre fue para mí muy místico. Me daba por fijarme en el paisaje árido del sur, lo comparaba con lo que yo creía que debía ser Marte. Aquello me sirvió para darme cuenta en lo que tenía a mi alrededor y de ahí fui a los líquenes del desierto.
Y eso le llevó a sus estudios de estos organismos vivos.
He trabajado mucho en varios desiertos. Recuerdo la salida al africano Kalahari, al noereste de la ciudad del Cabo, en Sudáfrica. Ahí los líquenes son absolutamente como un bosque pequeñito de dos colores, como ocurre en las lavas de Lanzarote. Un color para el liquen que mira al sol y otro para el que le da la espalda.
Ha surgido la hipótesis de que para ir a Marte, los científicos están buscando formas de producir comida con hongos. Usted que los estudia, ¿cree que algo parecido podría servir para sobrevivir en el planeta, o por lo menos para afrontar el menú de un viaje espacial de tres meses?
No lo conocía, pero he de decirte que no me extraña, porque el mundo de los hongos, después de los insectos, es el más numeroso de nuestro planeta Tierra. Si hay 14.000.000 de especies en el globo, 8.000.000 son insectos y arañas, y 1.500.000 son los hongos. Quizás algo más, pero es un cálculo redondo. El resto son otros organismos, por ejemplo, plantas, no hay más de 400.000. Son muchos, muy variados, con diferentes actividades metabólicas y de difícil manipulación, pero se está consiguiendo. Con ese contexto supongo que puede hacerse uno una idea de que está siendo diana de muchos campos de experimentación, posiblemente en el estudio planetario hacia fuera de nuestra atmósfera también. Hay una razón de fundamento y es que en una de las primeras naves de la Agencia Espacial Europea (ESA) que atravesaban la atmósfera y estudiaban el espacio exterior, llevaron hongos liquenizados por fuera de la cápsula y a la vuelta el líquen estaba absolutamente activo, probado en laboratorio. Tienen una adaptabilidad a condiciones extremas y una variabilidad metabólica muy importante. Los hongos son un campo que dará de sí todavía mucho, en beneficio de la humanidad y la conservación de la naturaleza.
¿La biología es una ciencia inabarcable por esto mismo?
Y ha sido poco estudiada. Se han estudiado las levaduras porque fermentan y son hongos, están ligadas a la cerveza, industria vinícola y muchas actividades humanas tradicionalmente antiguas. Esos son unas aplicaciones, pero las de la penicilina, que dieron lugar a antibióticos, son otros estudios. Luego, la atorvastatina (un medicamento prescrito para la reducción del colesterol en sangre, infartos de miocardio o angina de pecho), en origen, son también de origen fúngico. El conocimiento de los hongos no es que sea novedoso, pero es ahora cuando se le está dedicando una mayor intensidad de estudio.
Se lo pregunto como bióloga y como presidenta de la Real Academia, ¿cree usted que la biología está ganando peso como ciencia? Existen algunos síntomas, por ejemplo la presencia de la bióloga Sara García como astronauta de la ESA.
La conozco y creo que merece importancia el estudio de los hongos. Son parientes de los animales, no muy atrás en el tiempo, y de las plantas también. Eso ha dado lugar a que a lo largo del desarrollo científico moderno se halla forzado un poco la máquina investigando por un camino que sin duda era erróneo. Ahora mismo como conocemos mucho más, porque hemos investigado la biodiversidad y sus relaciones de parentesco evolutivo, ahora es cuando vamos en mucho mejor camino. A cualquier cosa que se me pregunte sobre los hongos siempre diré que hay que pensarlo dos veces.
Algunas investigaciones sitúan la resistencia a los antifúngicos como una amenaza creciente para la salud global y está en la lista de prioridades sanitarias de la Organización Mundial de la Salud (OMS). ¿Qué opina usted sobre esto?
A lo que yo sé, los hongos y las bacterias tienen distintos requerimientos oncológicos. Por ejemplo, las bacterias buscan, por lo general, un medio con ph alto, mientras que los hongos buscan un medio con ph bajo. Si tú por ejemplo, a un paciente le das un tratamiento con ph bajo para que las bacterias no se desarrollen en un entorno infeccioso, entonces vienen en competencia los hongos, que ocupan bien ese espacio de ph bajo. Esto quiere decir que en un tratamiento médico pueden ser competidores o alternativos. Es un campo de investigación de cara a la calidad de vida del paciente con respecto a las infecciones. Opino que en plantas pasa lo mismo, esta competencia entre hongos y grupos bacterianos. Creo que los hongos están especialmente bien adaptados a los mundos verdes, porque son los únicos seres de la naturaleza capaces de dirigir la madera.
¿Qué significa esto?
Ahí no hay bacteria que pueda digerir la celulosa. Hay muchas investigaciones que van por el camino de los hongos como metabolizantes de la madera. Ahí están los estudios en fisiología y patología vegetal, que son muy rentables y están todavía muy abiertos como descomponedores de la madera.
¿Cuál es la gran pregunta que guía hoy a la ciencia? Esa que todavía espera respuesta…
La simbiosis, sin duda. La ciencia tiene que ocuparse más de las señales, razones y redes cooperativas para entender el proceso evolutivo. Eso es lo que me gustaría resolver y en donde me gustaría meterme a fondo a estudiar si volviese a vivir.
Porque pasarán muchas vidas hasta que logre despejar la incógnita.
Creo que sí, necesita más peso la investigación y más focalización en el proceso mismo de la simbiosis. Los líquenes son fascinantes porque es una simbiosis completa e irreversible. Una vez que han descubierto que sus partes que pueden vivir juntos bien y mejor, ninguna sabe vivir sin la otra, no pueden volver atrás. Les falta información genética para volver a vivir juntas, en particular el hongo.
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