| Modus operandi. La red buscaba mujeres jóvenes nigerianas, de buena apariencia física y pertenecientes a los estratos más bajos de la sociedad, que eran captadas en su país de origen por traficantes de personas, conexos a la organización desarticulada. Una vez seleccionadas, las mujeres eran sometidas en su país a un "ritual de vudú" antes de ser introducidas en España, consistente en la realización de un ritual o juramento de magia negra.

| Sometidas. A través del vudú quedaban sometidas al control de sus traficantes hasta abonar la deuda pactada, sin desvelar a las chicas que su destino iba a ser el de ejercer la prostitución coactiva, sino que mediante engaños se les prometía una nueva vida en Europa, "protegidas" por la organización que les buscaría trabajo para enviar dinero a sus familias en Nigeria.