Un hombre de unos 63 años de edad fue encontrado ayer muerto en el interior de una cueva en el barranco de Silva en Telde. El fallecido, Pedro M. G., que vivía desde hace unos meses en este habitáculo junto a un amigo, llevaba varios días quejándose de fuertes dolores en el estómago según éste relató después a la policía. Fuentes policiales señalaron ayer a este periódico que es precisamente su compañero el que lo encontró ayer sobre las dos de la tarde tumbado en el suelo al volver de realizar unas compras, y al comprobar que no respondía a los signos vitales pidió ayuda.

Ante la llamada que recibe el Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 1-1-2 se envió al lugar una ambulancia de soporte vital avanzado del Servicio de Urgencias Canario, pero el personal médico del SUC únicamente pudo confirmar el fallecimiento del afectado, mientras que los agentes del Cuerpo Nacional de Policía se encargaron de la custodia del fallecido hasta la llegada de la autoridad judicial, y instruyeron las diligencias correspondientes.

Aunque todo parece indicar que la muerte de Pedro M. G. se produjo por causas naturales puesto que el cadáver no presentaba signos de violencia los agentes policiales tomaron muestras del lugar para hacer las comprobaciones oportunas que se contrastarán con los datos que revele la autopsia.

Esta es la segunda persona que aparece muerta en la calle en la última semana en Telde. De hecho, la Policía Nacional abrió distintas diligencia previas para esclarecer la identidad de un joven de unos 21 años que en la tarde el pasado jueves apareció en avanzado estado de descomposición en un colegio abandonado de Ojos de Garza. En este caso tampoco el cuerpo presentaba signos de violencia y el joven parece que había desaparecido de la casa de una tía que le acogió tras morir su madre asesinada por su padre, que cumple pena en prisión.