David S. G., de 32 años y vecino de Hoya de Pineda, en el municipio de Gáldar, perdió ayer la vida al caerle encima el techo de la cuarta planta de un edificio en reformas situado en el barrio de Guanarteme de la capital grancanaria. La cubierta cayó sobre costado del operario, provocándole la muerte en el acto.

Los hechos ocurrieron sobre las 12.35 horas cuando, según las primeras investigaciones, el trabajador retiraba con un martillo eléctrico un muro del domicilio en el que realizaba unas reformas. Cuando parte del muro cedió, se vino abajo el más antiguo de los dos tejados con los que cuenta la vivienda, situada en la calle Velarde de citado barrio, que cayó sobre su cuerpo.

A pesar de la rapidez con la que llegaron al lugar los efectivos médicos y los miembros del cuerpo de bomberos de la capital grancanaria, estos nada pudieron hacer por la vida de David S. G., que falleció en el acto debido al peso de la estructura, de unos 2.500 kilos.

Los bomberos intentaron en un primer momento extraer el cadáver de debajo del techo, pero la falta de seguridad de las obras que se realizaban allí, así como la posibilidad de que el resto del tejado pudiera caer durante las tareas de recuperación, hicieron que solicitaran la colaboración de una grúa que aguantara la carga.

Las tareas se alargaron. Mientras los bomberos apuntalaban el techo, la grúa llegaba poco antes de las 16.00 horas, momento en el que se decidió cerrar al tráfico parte de la calle Guanarteme. Durante casi dos horas, técnicos municipales y bomberos trabajaron, y finalmente, gracias a la ayuda del brazo mecánico, logró retirarse el cuerpo de debajo de la cubierta y se procedía al levantamiento del cadáver de David S. G. a las 18.00 horas.

Investigación

En el lugar se personaron agentes de la Policía Judicial y Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía, que iniciaron la investigación. Asimismo, también estuvo presente la titular del juzgado de Instrucción número 8 de Las Palmas de Gran Canaria, María Victoria Rossell, encargada del caso.

Tras las primeras pesquisas, los agentes entrevistaron al propietario del edificio, para después retirarse con él a dependencias policiales para tomarle declaración. Entre otras cosas, la policía investiga si la obra tenía los permisos municipales obligatorios.