El Cuerpo Nacional de Policía se ha incautado de 36 kilos de cocaína al abordar un buque mercante de bandera chipriota fondeado en la bahía de Las Palmas de Gran Canaria, en una operación en la que han colaborado las autoridades policiales de Serbia, Montenegro y Croacia.

La operación se llevó a cabo el pasado 23 de noviembre -aunque no se ha informado de ella hasta ayer mediante una nota de prensa-, después de que la Policía Nacional recibiese información de que iba a llegar a Las Palmas de Gran Canaria un mercante procedente de un puerto de Argentina en el que se transportaba una cantidad de droga sin determinar.

A bordo de ese buque viajaba un ciudadano montenegrino investigado fuera de España por existir sospechas de que se trataba de un "pasador de importantes cantidades de cocaína".

El buque fondeó sobre las 11.00 horas del pasado 23 de noviembre en la bahía de Las Palmas, a un kilómetro de la costa, para repostar, en una maniobra que fue sometida a vigilancia por parte de funcionarios policiales pertenecientes a las Brigadas Provinciales de Policía Judicial y Extranjería y Fronteras de Las Palmas para comprobar si se hacía alguna descarga antes de su partida, ese mismo día, hacia otro país.

Puesto que sobre las 23.00 horas inició la marcha mar adentro sin que se hubiera observado descarga alguna, habida cuenta de la información disponible y previa autorización judicial, la Policía Nacional decide la inmediata detención y abordaje del carguero, todo ello ejecutado por miembros del GOES (Grupo Especial de Operaciones) de la Jefatura Superior de Policía de Canarias con el apoyo de un helicóptero del Servicio de Medios Aéreos del mismo cuerpo policial.

Tras un panel atornillado

Al inspeccionar la nave, se comprobó que había 36 kilos de cocaína ocultos tras un panel atornillado a la pared en la sala de máquinas y se detuvo al maquinista del barco, un ciudadano de la república de Montenegro, que fue llevado posteriormente a las dependencias policiales en la capital grancanaria.

Según la Jefatura Superior de Policía de Canarias, la cocaína intervenida habría servido para preparar una 600.000 monodosis de droga y que, con una pureza media en el mercado nacional del 70%, hubiera alcanzado en el mercado negro un valor próximo de 1.620.000 euros.