La pasada Nochebuena acabó envuelta en llamas para una familia del barrio de Argana Alta, en Arrecife. El incendio de una vivienda situada en la calle Camilo José Cela, que se desató pasadas las cinco de la madrugada de ayer, se saldó con dos varones heridos graves, de 55 y 32 años, respectivamente, y una mujer, de 49, que sufrió intoxicación por el denso humo.

Se trata del matrimonio formado por Carmen y Adolfo, según sus allegados, y uno de sus cinco hijos (Daniel), que dormía en el garaje situado en la planta baja de la casa en el momento en el que fue alertado por un vecino del fuego originado en el piso superior, por lo que acudió a socorrer a sus padres. Los tres fueron rescatados inconscientes por los bomberos del Consorcio de Emergencias de Lanzarote.

El joven y su progenitor tienen quemaduras en el 40 % de su cuerpo y muy afectadas las extremidades inferiores y superiores. El chico fue evacuado este domingo, cuando apenas faltaban diez minutos para la una del mediodía, en el helicóptero del Servicio de Urgencias Canario (SUC) al Hospital Doctor Negrín, en Gran Canaria, desde el centro hospitalario Doctor José Molina Orosa, de Arrecife, al que fue trasladado en la ambulancia medicalizada del SUC tras ser rescatado por los efectivos contraincendios. Su padre también está pendiente de ser llevado a Gran Canaria. Como su mujer, está ingresado en Arrecife.

Se da la circunstancia de que otros tres hijos de la pareja, que procede de La Palma y lleva residiendo en Lanzarote unos 25 años, no se encontraban en el inmueble en el momento de los hechos.

"Más de 600 grados"

Las circunstancias por las que se produjo el suceso no han sido aún aclaradas y el Ayuntamiento de Arrecife prevé enviar mañana a los técnicos a inspeccionar la vivienda, dijo ayer la concejala de Seguridad Ciudadana, Cristina Marrero. La puerta de entrada ha sido precintada y la Policía Nacional custodia el lugar.

El fuego comenzó en el salón de la casa, al que se accede nada más entrar al piso, lo que dificultó que la pareja avanzara hacia la puerta principal y permaneció encerrada en su dormitorio. En algunas zonas "la temperatura superó los 600 grados", dijo Andrés Pérez, cabo de los bomberos. Tardaron tres horas en la extinción tras emplear 2.000 litros de agua y 15 equipos autónomos de respiración.