Un joven de nacionalidad finlandesa, identificado como F. K. W., fue hallado en la mañana de ayer muerto después de precipitarse hace unos dos días desde una altura de unos 25 metros en unos apartamentos de Playa del Inglés, en San Bartolomé de Tirajana. Su pareja sentimental había denunciado su desaparición el pasado domingo después de que no llegara al hotel en el que se hospedaban tras una noche de fiesta, según apuntaron varias fuentes cercanas al caso.

Aunque el hallazgo se produjo en el día de ayer, la Policía Nacional investiga si el cadáver del finés, de 25 años de edad, llevaba sobre el techo de una sala de máquinas desde hacía unos dos días. El pasado sábado, F. K. W. salía junto a su novia de fiesta por Playa del Inglés. Durante la noche, presuntamente ambos se separaron y regresaron al apartamento en el que se hospedaban cada uno por su lado. Sin embargo, al día siguiente su compañera denunció su desaparición al no tener rastro ya que el joven nunca llegó al establecimiento hotelero.

Sobre las 10.00 horas de ayer, un técnico de los apartamentos Los Elefantes, en la calle Alférez Provisional, observó desde la tercera planta un cuerpo que yacía sobre el techo de un habitación, de una planta de altura, al caer desde lo alto de un muro.

De inmediato se alertó a la Policía Nacional, que acudió al lugar junto a la Policía Local y Protección Civil de San Bartolomé de Tirajana. El Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes) 112 envió una ambulancia medicalizada, cuyos sanitarios certificaron la defunción del joven que, supuestamente, se había precipitado desde una altura de unos 25 metros.

El estado en el que se encontraba el cuerpo, que ya comenzaba a descomponerse, hace presagiar que llevaba allí unos dos días, según indicaron las fuentes consultadas, aunque será la autopsia la que revele cuándo sufrió la caída.

El fallecido, que se encontraba perfectamente documentado y que tenía un fuerte golpe en la cabeza, quedó en una zona en la que hizo falta la intervención de los bomberos de San Bartolomé de Tirajana para trasladarlo hasta el furgón de la funeraria, que lo trasladó al Instituto Anatómico Forense de la capital.

La Policía Nacional, que investiga el caso, descarta en un principio que el fallecido se precipitara por voluntad propia o empujado por otra persona, y baraja como principal hipótesis una caída accidental.