La casualidad hizo que el matrimonio lanzaroteño Benito y Teresa y su hijo Pablo tomaran ayer el mismo avión desde Madrid para regresar a Lanzarote junto con el director de oficina de la agencia de viajes Las Caletas, en Costa Teguise, que les vendió las vacaciones en el crucero Costa Concordia, Walter Carollo.

"Al ver las imágenes por televisión el pasado sábado me quedé muy impactado por lo ocurrido", aseguró Carollo, que se encontraba en Nueva York por motivos de trabajo.

"Lo primero que hice fue llamar por teléfono al número de Protección Civil de Italia que vi por Internet para pedir información de los afectados. Era imposible ponerme en contacto con ellos, por lo que telefoneé a dos centrales de policía cercanas, de las que no obtuve información. Entonces, llamé a la oficina de Costa Cruceros en Barcelona, pero tampoco me confirmaron nada".

A continuación, indagó en Internet en qué hoteles estaban alojando a los españoles, hasta que le dijeron en el Hilton de Fiumicino, en Roma, que allí se encontraban Teresa y su familia. "En ese momento fue cuando me quedé más tranquilo y llamé a sus padres", comentó.

Teresa se quejó de la falta de atención de la embajada de España en Roma. "Se portaron muy mal con nosotros. No nos dieron ni un cepillo de dientes ni nada", denunció la mujer.