Manuel Carreño Mendoza., bombero del Consorcio de Emergencias de Gran Canaria, de 33 años, falleció ayer por la gravedad de las heridas que sufría tras la colisión de la bicicleta que conducía con un turismo en la GC-500, a la altura de Pasito Blanco, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana.

Manolo, como era llamado y conocido por amigos y familiares, vecino y natural de Telde que trabajaba desde hace siete años como bombero, salió del parque de Puerto Rico de su guardia pasadas las nueve de la mañana de ayer. El agente, que se iba a presentar a una próxima prueba de triatlón, fue a la playa de Amadores a nadar, para luego entrenar con la bicicleta.

Este ciclista es el cuarto que ha perdido la vida en las carreteras canarias, tres de ellos en Gran Canaria, desde el 1 de enero de 2012. Uno falleció el año pasado y tres en 2010.

Este fatídico accidente de tráfico sucedió a las 11.41 horas de ayer, cuando, por causas que se desconocen y que se investigan, se produjo el choque entre el turismo y el ciclista en la carretera antes mencionada, en el cruce de Pasito Blanco.

Tras la llamada de alerta al Centro Coordinador de Emergencias y Seguridad (Cecoes)-112, un total de dos ambulancias del Servicio de Urgencias Canario (SUC) acudieron al lugar, así como agentes de la Policía Local y de la Guardia Civil.

El personal médico y sanitario estabilizó y atendió al ciclista herido, el cual presentaba politraumatismos de carácter grave, por lo cual fue trasladado a la clínica San Roque Maspalomas, donde falleció después por la gravedad de las heridas, a pesar de los esfuerzos realizados para salvar su vida.

El conductor del turismo, de nacionalidad extranjera, resultó ileso de la colisión. Los agentes de Atestados de la Policía Local desplazados al lugar iniciaron la investigación para esclarecer las causas de lo ocurrido y las diligencias oportunas.

Conmoción

La repentina e inesperada pérdida de Manolo Carreño ha supuesto un gran dolor y pérdida para su pareja sentimental, como para su familia, amigos y compañeros de trabajo.

Carreño Mendoza, también conocido como Manu, estudió Preparación Física y era muy deportista. "Era muy buena persona; trabajador; extrovertido; entregado; que decía las cosas claras y sin rodeos; alegre; sincero; que se esforzaba mucho en lo que hacía y que estuviera bien hecho; y luchó con las reivindicaciones del colectivo para prestar un mejor servicio", fueron los calificativos y comentarios que hicieron sobre Carreño numerosos compañeros del Consorcio, donde es la primera vez que ocurre un óbito de este tipo.

"Era su sueño, ser bombero, que lo logró en 2005. Siempre en los relevos, cuando se cambiaba, lo hacía, con una taza de café, despeinado y gastando bromas al turno entrante", explicó otro compañero del Consorcio de Emergencias, colectivo de trabajadores en los que dejó "una gran huella".