El Cuerpo Nacional de Policía (CNP) ha interceptado más de una tonelada de cocaína en un avión privado que hizo escala el pasado domingo en el aeropuerto de Gran Canaria (Gando). La droga iba oculta en bolsas de ayuda humanitaria de Cruz Roja, según han confirmado fuentes judiciales.

El jet privado, que procedía de Benin (África), quedó retenido el domingo en una de las pistas de Gando tras un aviso de Interpol. La Organización Internacional de Policía Criminal seguía la pista de los presuntos traficantes y alertó del aterrizaje del avión al CNP, que activó un amplio dispositivo de seguridad para registrar la aeronave ante la sospecha de que transportara un importante alijo de cocaína en sus bodegas.

Esas sospechas quedaron ayer confirmadas con la inspección del reactor, que se realizó por la mañana en coordinación con el Juzgado de Instrucción número 2 de Telde. Los agentes hallaron cocaína camuflada en bolsas de ayuda humanitaria de Cruz Roja. La cantidad exacta está por confirmar, pero el recuento inicial arroja un peso superior a la tonelada. La magnitud del alijo motivó que la policía movilizara dos furgones para transportar la sustancia ilegal hasta un depósito especial.

En la operación participaron varios grupos policiales especiales, entre ellos UDYCO Las Palmas, que detuvieron a la tripulación de la aeronave: un piloto y dos azafatas. Los arrestados pasarán a disposición judicial por un posible delito contra la salud pública en la modalidad de sustancia que causa un grave daño.

Antecedentes

Las pesquisas policiales continúan abiertas. La brigada de la Policía Judicial de Las Palmas trata de averiguar cuál era el destino final de la droga, pues aún no está claro si el avión repostó en Gran Canaria para seguir hacia otro país europeo o tenía previsto descargar su mercancía de manera clandestina en Gando. Tampoco se descarta el arresto de otras personas relacionadas con esta nueva operación antidroga.

En cualquier caso, no es la primera vez que el Cuerpo Nacional de Policía asesta al narcotráfico internacional un golpe de estas característica en pleno aeropuerto de Gran Canaria. A finales de 2009, el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz procesó a 22 miembros de una organización de narcos colombianos que intentó introducir 600 kilos de cocaína en España. La droga fue intervenida a bordo de un avión de EE UU que aterrizó en la Base Militar de Gando. En esa operación, que dirigió Pedraz desde el Juzgado Central de Instrucción 1 de Madrid, colaboró la Agencia Antidrogas de EE UU (DEA), que infiltró a un agente en la organización para realizar labores encubiertas y de entrega vigilada. Los investigadores seguían los pasos de los presuntos narcotraficantes desde 2007 y lograron determinar el envío de la droga gracias a las escuchas telefónicas.

Los arrestos se produjeron en junio de 2009. La mayoría de los narcos era de origen sudamericano y tres de ellos residían en la Isla cuando los detuvieron. Se trata de las personas encargadas de recibir y custodiar la droga en Gran Canaria, con las cuales contactó el agente de la DEA estadounidense infiltrado para cerrar la entrega.

La organización, que tenía infraestructura en Barcelona y Galicia, importaba la cocaína desde Colombia a través de la ruta africana de la droga, que es una de las pistas que siguen los investigadores en esta nueva operación policial contra el narcotráfico.

En los últimos años, los grandes cargamentos de coca parece que no viajan en veleros ni buques, sino en aviones que vuelan las fronteras africanas gracias al soborno de funcionarios corruptos por parte de los cárteles colombianos.