La Guardia Civil abrió ayer una investigación para dilucidar las causas que motivaron la aparición de tres incendios registrados en el pago de Espartero, un diseminado situado cerca de la carretera GC-212, en Teror, de muy difícil acceso. Según los primeros indicios, los conatos, que apenas arrasaron 100 metros cuadrados de cañaveral, podrían haber sido provocados.

Los hechos tuvieron lugar sobre las dos de la tarde de este domingo, cuando los vecinos advirtieron pequeñas columnas de humo en unas vaguadas próximas junto a una pista de tierra. La difícil orografía del entorno obligó a la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Gran Canaria a echar mano de uno de sus helicópteros, si bien uno de los tres pequeños frentes ya había sido sofocado por los vecinos con mangueras.

Hasta el lugar de los hechos también se desplazaron una unidad Presa de Medio Ambiente insular, dos autobombas del consorcio insular de emergencias, personal de la Consejería regional de Medio Ambiente, Protección Civil de Teror, Policía Local y agentes de la Guardia Civil, que instruyeron diligencias y recabaron testimonios en la zona, tal como pudo comprobar in situ este periódico.

Los vecinos consultados recordaron que hacía poco más de un mes que habían vivido un percance similar, si bien en aquella ocasión este se produjo de madrugada. La falta de viento facilitó las tareas de extinción, que se desarrollaron por espacio de dos horas.