La denominada "operación Emperador", coordinada por el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu y en la que hay cursadas un total de 108 detenciones relacionadas con las mafias chinas, es probablemente la mayor que se ha llevado a cabo en este tribunal por blanqueo de capitales y delito fiscal.

La investigación comenzó hace dos años, cuando abrió diligencias la Fiscalía Anticorrupción centradas fundamentalmente en el polígono Cobo Calleja de Fuenlabrada (Madrid), donde se descubrió la llegada de contenedores de China con los típicos productos de "todo a cien".

Ese fue el origen de la investigación del delito fiscal, contrabando y blanqueo de capitales, ya que una parte de esa mercancía no era declarada a Hacienda, según las mismas fuentes.

Posteriormente, los detenidos blanqueaban el "dinero negro" generado a través de dos "modus operandi": uno "más burdo", que consistía en sacar el dinero en bolsas que transportaban en coches o trenes hasta China, y un segundo método, en el que un grupo de españoles e israelíes lo blanqueaban en paraísos fiscales en sociedades tapadera.

Todo el dinero generado se utilizaba después para crear otras empresas, lo que ha dado pie a investigar otros delitos conexos relacionados con negocios como karaokes o restaurantes, así como prostitución o extorsiones. El núcleo duro de esta organización de blanqueo lo integraban 15 personas. Uno de los supuestos cabecillas vive, según han indicado las fuentes, en una urbanización de Somosaguas (Madrid).