La autovía GC-1 soportó ayer sin problemas la tan temida operación retorno de Semana Santa. Más de 26.000 vehículos, la inmensa mayoría de ellos en sentido sur-norte, cruzaron ayer la principal carretera de la isla en un regreso escalonado que no generó accidentes de tráfico de relieve, relataron a este periódico fuentes de la sección de Tráfico de la Guardia Civil.

El instituto armado dispuso en la jornada de este domingo al menos tres parejas de agentes en puntos estratégicos de esta vía de comunicación -en los kilómetros 6 y 29 y junto al Aeropuerto de Gran Canaria- y estos remitieron a la central varias mediciones horarias que arrojaron un saldo final aproximado de 26.000 vehículos contabilizados entre las 16.00 y las 21.00 horas de ayer, con picos de entre 5.400 y 5.800 unidades tanto a las 16.00 como a las 19.30 horas.

El regreso a la capital no generó retenciones ni percances reseñables, tanto en los diferentes accesos que tiene la autovía -ahora con una nueva longitud de 67 kilómetros entre la salida de Hoya de la Plata y las inmediaciones de la playa de Mogán (ayer con otra notable afluencia de bañistas)- como en los tramos que históricamente se consideraban más problemáticos, caso del que va desde Bahía Feliz a Gando.

"Hemos tenido una de las operaciones de retorno más tranquilas de los últimos años", apuntaron desde el citado cuerpo de seguridad. Para los agentes, el buen tiempo que hizo tanto en Las Palmas de Gran Canaria -con Las Canteras y las Alcaravaneras casi llenas hasta la bandera [ver página 6]- como en Telde también contribuyó a evitar un último desplazamiento masivo dominical de muchos amantes de la playa hasta Maspalomas, El Inglés y el resto de calas del sur grancanario antes de volver a la rutina del trabajo.

Retenciones en la Península

No pudo decirse lo mismo en la Península, ya que un total de 21 personas perdieron la vida en los 20 accidentes mortales ocurridos en sus carreteras desde el viernes 22, cuando dio comienzo la operación especial con motivo de las vacaciones de Semana Santa, hasta la tarde noche de ayer. Con todo, la cifra supone casi la mitad de los 45 fallecimientos registrados en 2012.

La masiva afluencia de vehículos, a la que ayer se unió la lluvia, complicó el regreso de los conductores, que sufrieron retenciones de hasta 60 kilómetros. Según la Dirección General de Tráfico (DGT), desde Alicante a Madrid se tardaba ayer tres horas más que el trayecto habitual y desde Málaga a la capital, dos horas y media. De hecho, pasadas las 20.00 horas se contabilizaban en la red viaria 450 kilómetros de atasco, especialmente en las carreteras que unen Madrid con Alicante y Valencia, con Extremadura y con Andalucía.