Seis inmigrantes subsaharianos llegaron en la mañana de ayer a la costa de la capital grancanaria de una forma nada corriente. En esta ocasión no llegaron ni con una patera, ni tampoco en un cayuco, ni con el hipotético caso de una zódiac a motor. Lo hicieron en una pequeña lancha hinchable, de apenas cuatro metros de eslora, con sus remos y una bombona de aire comprimido que pudo hacer las funciones de propulsor. La Policía Nacional pudo interceptarlos e investigan ahora si pudieron descender de alguno de los barcos fondeados en la bahía de la capital grancanaria.

Todo empezó a primera hora de la mañana cuando la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria y la Policía Nacional recibían una alerta en la que indicaba que seis hombres de origen subsahariano habían llegado a la costa de La Laja, concretamente en la zona de Mar Fea, entre la playa y la potabilizadora de Jinámar.

Llegaban sobre una pequeña lancha hinchable, a remo, con apenas algunas piezas de ropas y en buen estado de salud, según informaron ayer fuentes policiales. Ello extrañó a los policías de la Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras del Cuerpo Nacional de Policía, que desde un primer momento descartaron que los inmigrantes hubieran partido desde África, por lo que iniciaron una investigación para conocer si alguno de los buques fondeados o atracados cerca del puerto de La Luz hizo las funciones de nodriza.

Los propios agentes, según las mismas fuentes, supuestamente se subieron a un barco y llegaron a visitar algunas de estas embarcaciones que se encuentra frente a la capital grancanaria para comprobar si los inmigrantes habían viajado en su interior.

Esta es la segunda embarcación con inmigrantes subsaharianos que llega a la costa de Gran Canaria en la última semana. El martes de la pasada semana una patera arribó a la playa de Pozo Izquierdo con un total de 14 personas en su interior.