Una bebé de nueve días, del municipio de Las Palmas de Gran Canaria, volvió a vivir de nuevo la madrugada del miércoles al jueves, gracias a la acertada intervención de su abuela y a la teleasistencia recibida por parte de la médico de coordinación Sonia García, del Servicio de Urgencias Canario (SUC). La menor se atragantó de forma grave y presentaba un riesgo de sufrir una parada respiratoria.

El trabajo de la doctora, como de todos los recursos médicos y sanitarios del SUC, no es un hecho excepcional, ya que hace casi un mes, el pasado 13 de abril, un padre, vecino de El Doctoral, en Santa Lucía de Tirajana, salvó a su hija al practicar de forma correcta el boca a boca a su hijo de ocho días tras una parada respiratoria. Las explicaciones de la médico de coordinación Sonia García y de la posterior actuación de los efectivos del SUC fueron fundamentales.

Respecto al caso ocurrido en la madrugada de ayer, el padre de la recién nacida de nueve días, que residen en la urbanización de Cuevas Torres, fue quien telefoneó el 112 sobre las 23.00 horas del miércoles. Fue la primera llamada de emergencia que recibió Sonia García cuando a esa hora iniciaba su turno de trabajo que se prolonga hasta las 07.00 horas. Sin embargo, el nerviosismo de los progenitores hizo que fuera la abuela la que siguió las explicaciones de la médico e hizo la primera ventilación a la pequeña. Gracias a ello la niña volvió a respirar con normalidad tras atragantarse cuando tomaba el biberón.

Al tiempo que la médico atendía a esta familia al teléfono, dos ambulancias se desplazaban a Cuevas Torres. Tras la actuación de la abuela, el personal del SUC que llegó al domicilio atendió a la niña y la trasladó al Hospital Materno Infantil. Después de las pruebas y la observación médica, la bebé recibió ayer el alta.

Sonia García explicó cómo tienen que actuar las personas cuando llaman al 112. "Cuando hay este tipo de emergencias nos deben que decir lo que ven, no sus impresiones, así puedo sospechar qué es lo que ocurre y puedo dar de forma acertada las pautas de actuación".

Sobre casos como el ocurrido anteayer, cuando un niño sufre una parada respiratoria, una convulsión o una parada cardiaca, la médico resaltó que la atención "depende de su edad" porque es "muy diferente si se trata de un recién nacido (desde que nace hasta el mes), un lactante (del mes hasta el año) o un adulto. Por eso el que llama por una emergencia al 112 debe explicar muy bien qué edad tiene y lo que ve, no lo que cree".

García apuntó que en las situaciones de emergencias "en la que está en peligro una vida, cualquiera de los médicos nos mantenemos al teléfono, explicando todo de forma fácil y manteniendo la calma del que llama, hasta que llegan los recursos, y ahí termina nuestra actuación. Colgamos y atendemos la siguiente llamada. En el turno de ayer atendimos 80 llamadas al 112. No hay tiempo para lo emocional, sino olvidar y atender bien al siguiente", remató.