El cadáver de un toro fue descubierto ayer por pescadores y vecinos en unas rocas de El Confital, en la capital grancanaria, en una zona alejada y de complicado acceso que obligó a incinerar el cuerpo ante la imposibilidad de retirarlo. Las primeras pesquisas de los investigadores apuntan a que el cadáver fue arrojado desde un barco que transportaba ganado, ya que esta variedad vacuna no es habitual en Gran Canaria. El animal, que llevaba muerto uno o dos días, no contaba con el anillo identificativo que se le instala en una oreja y que, probablemente, fue retirado por los propietarios. Los agentes descubrieron la marca ganadera en una nalga del novillo, de 300 kilos y unos dos años de edad.

Este descubrimiento, que se produjo en la zona conocida como La Salina, también llamada como Taza Plana, ocurrió sobre las 6.00 hora cuando lo avistaron pescadores y vecinos del barrio de Las Coloradas, que se encuentra muy cerca del lugar del hallazgo. Después, en torno a las nueve de la mañana, fueron deportistas y paseantes los que vieron dicho animal en el agua y alertaron a los efectivos de emergencias y seguridad.

Agentes de distrito Puerto de la Policía Local de Las Palmas de Gran Canaria acudieron al lugar del hallazgo, así como miembros del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil y personal de Salud Pública y del Servicio de Limpieza del Ayuntamiento capitalino.

Los efectivos intentaron en un principio retirar el novillo, pero al hallarse en una zona alejada de la carretera y de difícil acceso, evaluaron quitarlo del mar con una grúa municipal, hecho que finalmente descartaron. Por ello, ante la imposibilidad de trasladar el toro por tierra, durante la tarde de ayer los operarios municipales optaron por incinerar el cadáver en el lugar donde fue hallado, según informó la Policía Local.

A pesar de lo insólito del hallazgo, no es el primero que tiene lugar en las costas de la Isla. En marzo del año pasado una vaca muerta fue encontrada en las piscinas de El Puertillo, Arucas.

Malestar entre los vecinos

Durante la jornada de ayer, numerosos vecinos y curiosos se acercaron al lugar para contemplar al novillo fallecido. Esta situación era motivo de malestar para estos debido a que entendían que si el animal no era retirado el hedor que hubiese desprendido durante los próximos días podría afectarles, ya que, como indicó un joven, "hace dos años el cuerpo de un cachalote fue hallado en este mismo lugar y estuvo aquí unos seis meses".