El Juzgado de Instrucción número 1 de San Bartolomé de Tirajana (Gran Canaria) ha decretado este jueves el ingreso en prisión preventiva para el hombre que huyó de un control policial en Vecindario, lesionó a dos agentes y causó daños materiales a cuatro turismos y un ciclomotor.

La persecución de ese conductor inició a las 4.20 horas de la madrugada de este miércoles en la avenida de Canarias y se prolongó durante más de 25 minutos, para la que fue necesaria la colaboración de varias unidades de la Policía Local y de la Guardia Civil, así como la utilización de las armas reglamentarias para realizar dos disparos intimidatorios, informaron fuentes judiciales a Efe.

Al detenido, de 36 años y residente en Santa Lucía, se le imputan delitos de atentado a un agente de la autoridad, lesiones, daños materiales, conducción temeraria con riesgo para el resto de los usuarios de la vía, negativa a realizar la prueba de alcoholemia y circular con el permiso de conducir retirado por orden judicial.

Los hechos se iniciaron cuando el fugitivo, que cuenta con numerosos antecedente penales, evitó circular por una vía en la que se encontraba una unidad policial de seguridad ciudadana, una actitud que hizo sospechar a los agentes, que intentaron identificarlo. Sin embargo, el conductor hizo caso omiso a las indicaciones de los agentes y se dio a la fuga por calles en dirección contraria, en las que alcanzó por momentos los 100 kilómetros por hora, cuando el límite de velocidad es de 40.

En una primer intento por bloquearlo, los agentes le cerraron el paso y consiguieron que se detuviera a la altura del centro comercial Atlántico, momento que aprovechó uno de ellos para intentar abrir la puerta y proceder a reducirlo. La acción resultó infructuosa puesto que el conductor, que pilotaba un todoterreno propiedad de su padre, logró ponerlo en marcha y en su arranque dio un volantazo, que le propinó un fuerte golpe al agente con el resultado de dos costillas fracturadas y luxaciones en un hombro y muñeca.

Reanudada la persecución, minutos después de que se le perdiera la pista, fue localizado en Doctoral mientras circulaba con las luces apagadas y tras colisionar con un turismo estacionado, donde además, estuvo a punto de chocar de frente con un taxi.

A pesar de que la Policía bloqueó de nuevo la salida de Doctoral, el conductor perseguido logró burlarlo al pasar por encima de un ciclomotor que recorrió bajo el vehículo unos cien metros. Además, durante la persecución, realizó hasta cuatro frenadas en seco para posteriormente dar marcha atrás y embestir a los vehículos policiales.

Los disparos intimidatorios se realizaron en una zona deshabitada de Vecindario pero no surgieron efecto, hasta que un nuevo bloqueo policial, esta vez en la zona de Balos, hizo que el prófugo se estrellara contra la mediana. En ese momento, los agentes pudieron introducir en el coche, recudirlo y apagar el motor, aunque en la operación uno de ellos quedó lesionado con una contusión lumbar.