La Policía Nacional volvió ayer a recurrir a los disparos al aire con fuego de fogueo como respuesta a un altercado con numerosos residentes del barrio de Las Rehoyas, en Las Palmas de Gran Canaria, tras un control de drogas que derivó en una supuesta cachetada a uno de los vecinos, según alegan testigos, que respondieron con botellas y piedras, y que acabó con seis detenidos y cuatro policías lesionados. Este es, al menos, el tercer incidente de estas características en dos meses en la capital grancanaria, ya que en julio se produjo una situación similar en Cruz de Piedra y unos días después otro en Las Mesas. Además, la semana pasada agentes locales actuaron de la misma forma para intimidar a un conductor que hizo caso omiso a una orden de detención en un control de carretera en Vecindario, en Santa Lucía de Tirajana.

La imagen de un enfrentamientos entre vecinos y policías parecía casi desterrada. Sin embargo, en los últimos tiempos parece volver a la actualidad.

El último altercado tuvo lugar ayer poco después de las 12 del mediodía en la zona de La Esquina, conocida así porque es un rincón en el que se concentran muchas personas en torno a un banco de piedra y a los juegos de mesa. Una dotación policial realizó un control rutinario para comprobar la posible presencia de droga entre un grupo de casi una decena de jóvenes (chicos y chicas) que hablaba en esta confluencia de la plaza La Navidad y la calle Montejurra, siéndoles requerido el documento de identidad.

Al parecer, según un testigo del barrio, los agentes retuvieron a un joven muy conocido del barrio después de que supuestamente hubiese escupido a uno de los coches oficiales. En un lugar apartado y escondido de la presencia de personas, siempre según la misma versión, "esta persona recibió un galletazo que se escuchó aquí; tenía hasta la marca".

La respuesta de los residentes fue inmediata. En el lugar se concentraron muchas personas que recriminaron los hechos a la Policía Nacional y comenzaron a arrojar todo tipo de objetos a los agentes. Según algunas personas, desde botellas hasta piedras, generando un momento de máxima tensión en la zona. Las fuerzas del orden tuvieron que llamar a nuevas dotaciones de refuerzo. "Había casi diez coches y motos y hasta un helicóptero", según testigos.

La Policía Nacional, a tenor de estas mismas personas, lanzó al menos dos tiros de fogueo y sin balas al aire para tratar de evitar que la situación fuera a más.

La situación se fue calmando poco a poco, aunque en la tarde de ayer se seguía hablando de este enfrentamiento en el barrio de Las Rehoyas.

La Policía Nacional evitó ayer pronunciarse sobre este altercado con los vecinos, aunque se espera que hoy dé a conocer su versión de lo acontecido. Y se limitó a señalar, tal como apuntaron los propios residentes, que se habían registrado seis detenciones, a la vez que apuntaron que cuatro compañeros tuvieron que recibir atención médica por las lesiones sufridas.

El incidente coincide con otros semejantes en la capital grancanaria. El 9 de julio la Policía Nacional tuvo también que disparar dos balas de fogueo para reprimir a unos 80 vecinos en Cruz de Piedra que protestaban con piedras por la detención de un joven motorista del barrio, que no llevaba casco e intentó huir del control. En estos momento hay cinco personas imputadas y seis agentes lesionados denunciantes, según el juzgado.

Posteriormente, el 25 de julio se registró la misma situación tras otro encontronazo policial con vecinos en el barrio de Las Mesas, que derivó en el uso de disparos de estos artefactos con dinamita pero sin proyectil como medida disuasoria. Los agentes habían acudido a una vivienda familiar por una reclamación judicial y se encontraron con una lluvia de objetos, después de detectarse también un ciclomotor en sentido contrario, por lo que se le dio el alto y se identificó al conductor. Dos personas fueron detenidas y también fue requerida la presencia de un helicóptero y una treintena de agentes.

Esto se suma al uso de disparos al aire el miércoles de la semana pasada en Vecindario, cuando un conductor intentó fugarse de un control y la Policía Local tuvo que emprender una persecución.