La mujer encontrada muerta en la mañana de ayer en la playa de Son Baluó, en el municipio mallorquín de Son Servera, falleció asfixiada sobre las 07.00 horas y sigue sin estar identificada porque no portaba documentos y nadie ha denunciado la desaparición de una persona de sus características.

Según fuentes de la Guardia Civil, la mujer tenía entre 35 y 45 años y podría ser extranjera, aunque esta última suposición es solo una hipótesis de trabajo más porque se basa simplemente en su aspecto físico.

La autopsia ha determinado que la víctima falleció por asfixia, aunque también presentaba un fuerte golpe en la cabeza, y que murió entre 60 y 30 minutos antes de que fuera encontrada por una persona que paseaba sobre las 07.30 horas por la playa.

El cuerpo fue arrastrado unos metros, según evidenciaban las huellas que quedaron en la arena.

Los investigadores centran sus pesquisas en la identificación de la mujer, para lo que están consultando a los responsables y el personal de hoteles de la zona, así como a vecinos que pudieran conocer a la víctima o haber visto algún movimiento sospechoso cerca de la playa a primera hora de la mañana de ayer.