El presidente de la Asociación de Graduados en Seguridad y Control de Riesgos (Asecri), Enrique Tadeo, considera que los profesionales de emergencias involucrados en la gestión de la falsa alarma de accidente aéreo de la semana pasada actuaron de forma "correcta", e insiste en que ahora debería hacerse una valoración interna de lo sucedido para ver en qué podemos mejorar. Asegura que ninguna actuación es igual a otra, "siempre hay matices y variables que pueden hacer mutar los acontecimientos y aumentar el peligro", apunta en declaraciones a Radio Canarias.

Tadeo considera que hay que hacer varias reflexiones: la primera, que nadie habló de un objeto, sino que en las primeras informaciones se habló siempre de un avión. Según Tadeo, los especialistas no se plantean, "y menos con esa presión y el aluvión de llamadas, poner en duda la información facilitada por más de una veintena de ciudadanos". Además, Tadeo aplaude la labor de Control Canarias, que ante la llamada del 1-1-2 confirmó que no tenía ningún tráfico perdido, pero aún así buscaron en sus puestos de radar, "por si en el lapsus de tiempo en que se traspasa el control de un avión desde la propia Torre hasta el Control Canarias, este se hubiera precipitado al mar sin poder avisar de la emergencia". "Es más, el controlador de Torre hace otra cosa todavía más lógica, que es informar a los aviones comerciales que van a despegar, que por favor confirmen la visualización en el mar de alguna posible aeronave que pudiera haber caído al mar".

Con respecto a la actuación de los medios, el presidente de la asociación se muestra crítico y no entiende que critiquen "el famoso Tweet del 1-1-2", pero al mismo tiempo sean los primeros en llamar a Emergencias cuando escuchan una sirena para enterarse del sucesos y dar la primicia.

"Muchas veces piden información cuando ni siquiera la ambulancia o el vehículo de bomberos ha llegado al lugar y ha confirmado la situación real del incidente", reconoce.

Otro punto que influyó según Tadeo fue la presencia de la Ministra de Fomento, Ana Pastor, en Canarias, reunida en ese momento con el presidente regional, Paulino Rivero. "La política y los profesionales de las emergencias no hacen buena pareja y en este caso la Ley de Murphy quiso que la propia presión corriera la voz de lo sucedido", considera el experto en Emergencias.

Según Tadeo, esta serie de matices provocó una bola de nieve que "pudo haberse evitado de una forma muy simple".