Un hombre de unos 45 años, identificado como Domingo, presuntamente acabó con la vida en la tarde de ayer a su madre, Rosario J., de 86; a la que decapitó de varios hachazos en el interior de la vivienda en la que ambos residían en el barrio de El Secadero, en Las Palmas de Gran Canaria. La Policía Nacional, que se encarga de investigar el caso, detuvo al presunto autor de la agresión en el mismo lugar del crimen. Los vecinos coincidieron en señalar que se trata de una familia muy hogareña, aunque una residente afirmó que el vástago "estaba últimamente nervioso".

Los hechos ocurrieron sobre las ocho de la tarde de ayer cuando alertaron a los servicios de emergencia. Varias dotaciones de la Policía Nacional y una ambulancia acudieron al número 6 de la calle Farmacéutico Francisco Arencibia Cabrera de la capital grancanaria. En la primera planta de una casa terrera yacía muerta Rosario J. después de que, presuntamente, su vástago le cortara la cabeza con un arma blanca, concretamente un hacha, según indicaron las fuentes policiales consultadas.

Los propios agentes procedieron a detener al supuesto parricida, el mayor de los tres hijos que tenía la fallecido identificado como Domingo. Sobre las nueve de la noche comenzaron a llegar varios vehículos con agentes de la Brigada de Homicidios de la Jefatura Superior de Policías, entre ellos el inspector jefe, César Fernández, así como el titular del Juzgado de Instrucción número 7 de Las Palmas de Gran Canaria, Javier García Sotoca, en funciones de guardia, y la forense Eva Bajo.

Durante algo más de una hora la comitiva judicial estuvo inspeccionando el interior del inmueble, así como alguna calle adyacente, para determinar las causas que provocaron el parricidio, hasta que poco después de las diez de la noche abandonaron el lugar de los hechos. Por su parte, el furgón de traslados fúnebre retiró el cadáver veinte minutos después. La casa quedó precintada.

La fallecida hacía pocos años que se había separado de su marido, con el que había formado una familia compuesta por el hijo arrestado, otro varón más y una mujer. Según indicó un vecino de la zona, el presunto parricida preguntó hacía unos a otros residentes si en algún momento habían visto a su padre agredir a su madre.

Una mujer se mostró sorprendida con la noticia. "Si a él se le veía siempre cuidándola, la sacaba a pasear algunos días", explicó incrédula por el homicidio. Otra aseguró que Domingo "estaba muy nervioso últimamente, estaba como trastocado". A pesar de ello, apuntó que se trata de una familia "normal" que habían vivido toda su vida en el barrio. A pesar de ello "no se relacionaban mucho con el resto de vecinos, hacían su vida en la casa", agregó.