Una empleada de hogar ha sido detenida acusada de sustraer joyas por valor de 1.215 euros en una vivienda en la que trabajaba en el municipio grancanario de Santa Lucía de Tirajana, en una operación en que también se arrestó a su pareja y a un empleado de una tienda de compraventa de oro.

Agentes de la Guardia Civil que investigaron los robos, cometidos en un intervalo de tiempo de dos meses, apreciaron, según se destaca en un comunicado difundido hoy por la Comandancia de Las Palmas, que para realizarlos no se había llevado a cabo "ningún tipo de forzamiento en los accesos a la vivienda", lo cual apuntaba a que eran obra de alguien que entraba libremente en ella.

A ese hecho se sumó la circunstancia de que indagaciones efectuadas en diferentes centros de compraventa de oro donde se localizaron algunas de las joyas robadas permitieron averiguar que la persona que las vendió, identificada como R.D.P.B., era la pareja sentimental de la empleada de hogar, M.C.H.V ., por lo que se llegó a la conclusión de que esta era la responsable de los robos.

En consecuencia, se detuvo a la mujer como autora de un presunto delito de hurto y al hombre acusado de receptación por haber vendido los bienes sustraídos, se detalla en la nota.

Y se añade que posteriormente se pudo comprobar que un empleado del establecimiento donde se vendieron las joyas, H.F.L.L., tenía conocimiento de su procedencia ilícita, por lo que fue igualmente arrestado, al imputársele también un delito de receptación.

Desde la Comandancia de la Guardia Civil se subraya que la mayoría de las joyas sustraídas, entre las que había cuatro pulseras de oro, unos pendientes y una cadena con una medalla del mismo material y un reloj, ya han sido recuperadas y entregadas a su propietaria, mientras que los tres detenidos fueron puestos a disposición judicial en el municipio de San Bartolomé de Tirajana. EFE