Manuel Reyes L. G. ha sido condenado a 20 años de prisión por dos delitos de abusos sexuales cometidos a dos hermanos mellizos de seis años en septiembre de 2012, en el municipio tinerfeño de Güímar, según la sentencia de la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife. Además, el tribunal le condena también a pagar 3.000 euros a cada una de las dos víctimas por los daños morales sufridos.

El acusado mantenía una relación de amistad con los padres de los niños, una relación que calificaron durante el plenario como "casi familiar", por lo que era frecuente que los progenitores dejaran a su cuidado a sus hijos, a quienes de forma habitual también sacaba a pasear por la zona en la que el procesado y ellos residían.

Los hechos probados, según recoge la citada sentencia, ocurrieron el 26 de septiembre de 2012, sobre las 18:30 horas, cuando el acusado recogió en su domicilio a los hermanos mellizos con el propósito inicial de pasear a unos perros de su propiedad y se dirigió, acompañado de ambos menores, a unas cuevas situadas en las inmediaciones de una finca que el acusado tiene cerca de su domicilio.

Durante el trayecto por un camino de tierra de dicha finca, el procesado, "con ánimo de dar satisfacción a sus impulsos sexuales, se sacó el pene y requirió a uno de los menores para que se lo chupase, llegando el menor a introducir el pene del acusado en su boca", recoge el escrito judicial.

Posteriormente, y una vez que el acusado y los hermanos se encontraban en el interior de las cuevas, Manuel Reyes L. G., "con igual ánimo lúbrico, procedió a tocar los penes de ambos menores mientras orinaban, a introducírselos sucesivamente en su boca y, finalmente, a sacarse su propio pene e introducirlo alternativamente en la boca de ambos menores".