La Guardia Civil detuvo en Gran Canaria a un hombre de 36 años, vecino de Telde y de nacionalidad española, que se hizo pasar presuntamente por un inspector de riesgos laborales y cobró luego por los servicios prestados en doce pequeños comercios del sureste de la isla, donde actuó desde el pasado mes de mayo.

El detenido, identificado como J. M. H. V., es el presunto autor de hasta doce delitos de estafa, un delito de intrusismo, y una falta de hurto, según informó ayer en un comunicado la Comandancia de Las Palmas del instituto armado.

Supuestamente, J. M. H. V. accedía a determinados comercios, aprovechando siempre la ausencia de sus propietarios, y abordaba a los empleados, ante los que se presentaba como un inspector de riesgos laborales de una mutua y les decía que había acordado con el dueño del negocio la sustitución de varias señales indicadoras de emergencias, como la de extintores y cuadros eléctricos.

En numerosas ocasiones, y sin esperar la reacción del empleado de turno, el detenido empezaba a sustituir los carteles de emergencias por otros que había traído consigo, colocándolos de forma manifiestamente precaria. Finalmente, solicitaba unos 200 euros por los "servicios prestados".

Para no suscitar sospechas ante los empleados de los comercios donde actuó, el detenido fingió mantener una conversación telefónica con sus propietarios.

Cuando culminaba sus servicios, confeccionaba una factura a mano donde indicaba los diferentes conceptos de trabajo realizados y el importe total, incluyendo un número falso del Documento Nacional de Identidad (DNI), con dígitos escogidos al azar, y añadiendo el concepto del Impuesto General Indirecto Canario.

Tras recoger varias denuncias desde el mes de mayo, los miembros del Área de Atención al Ciudadano pudieron constatar la presunta actuación del estafador e iniciándose su búsqueda y captura.

El pasado día 15 de noviembre, J. M. H. V. fue detenido cuando supuestamente acababa de robar una veintena de carteles de Salida de emergencia y Extintores en un comercio de la localidad de Carrizal, en el municipio de Ingenio, donde los empleados lo retuvieron hasta que llegó una patrulla de la Guardia Civil.

El detenido pasó a disposición del juzgado de guardia de Telde, que decretó su ingreso en prisión de forma preventiva hasta la celebración del correspondiente juicio.