Una mujer pierde un dedo de su mano derecha por el ataque de un perro de raza peligrosa en el barranco de San Isidro, en el municipio grancanario de Gáldar, al intentar evitar que mordiera a su mascota. El propietario del animal, que responde a las iniciales K.M.A., ha sido denunciado por un supuesto delito de lesiones por imprudencia, según la Guardia Civil de Guía.

Los propietarios de animales de razas peligrosas tienen la obligación de cumplir una serie de exigencias legales. Entre ellas, obtener una licencia previa que le exige pasar un certificado de aptitud sicológica, así como contratar un seguro de responsabilidad. Y, sobre todo, es un requerimiento esencial que la mascota lleve un bozal apropiado cuando se encuentre en un lugar público, o estar atado cuando permanece en una propiedad abierta y delimitada.

Pero los dueños no siempre cumplen con estas normas. El resultado es que durante el pasado año la Comandancia de Las Palmas abrió hasta 194 denuncias por infracciones a esta ley de tenencia de animales potencialmente peligrosos.

La última víctima es una mujer que el día 18 sufrió el ataque de un perro cuando paseaba con su mascota por San Isidro. Según la Guardia Civil, la afectada trató de interponerse en la pelea de ambos animales, por lo que también sufrió el ataque del can, sufriendo heridas graves en su mano derecha. Las Lesiones terminaron ocasionándole la perdida de uno de los dedos.

La misma fuente señala que el propietario del perro de raza agresiva que originó las lesiones, de nacionalidad española, ha sido imputado por un delito de lesiones por imprudencia, ya que puede haber incumplido la legislación vigente sobre animales potencialmente peligrosos y de protección de los animales. Se trata de un varón de 24 años.

El caso está en manos del Juzgado de Guía.