El expresidente alemán Richard von Weizsäcker (1984-1994) murió a los 94 años. El político cristianodemócrata fue uno de los más destacados y longevos jefes de Estado de la república federal y el encargado de firmar la reunificación alemana.

En los diez años de su presidencia, este intelectual liberal y humanista, miembro de una saga de conocidos políticos y científicos, se ganó el aprecio de la mayoría de los ciudadanos alemanes y el reconocimiento de la comunidad internacional, destacando por su toma clara de posturas. Von Weizsäcker tomó partido en asuntos controvertidos en Alemania como el racismo y la xenofobia, la confrontación del pasado nazi y la reunificación. Entre ellas destaca cuando, el 8 de mayo de 1985, en un acto conmemorativo por los 40 años del final de la II Guerra Mundial, aseguró que la capitulación nazi "supuso una liberación para Alemania".

Apostó por la integración europea, como cuando afirmó que "la unidad alemana es parte del proceso histórico europeo que tiene por finalidad la libertad de los pueblos y el nuevo orden de paz en nuestro continente: a ello está consagrada nuestra unidad". Von Weizsäcker no dudó en posicionarse contra la energía nuclear tras la catástrofe de Chernóbil, en 1986, y en defender en 1987, aún a contracorriente, la política renovadora del último presidente de la URSS, Mijaíl Gorvachov. En sus diez años como presidente realizó 37 viajes de Estado y visitó 49 países, entre ellos España.

Nació en Stuttgart el 15 de abril de 1920 en el seno de una familia acomodada, pero no pudo ingresar en la Universidad porque estalló la II Guerra Mundial y fue llamado a filas. Terminada la contienda, estudió Derecho e Historia en las universidades de Gotinga (Alemania), Grenoble (Francia) y Oxford (Reino Unido), para trabajar durante unos años en la docencia, la banca y la industria. En 1954 se doctoró en Derecho en la Universidad de Gotinga e ingresó en la Unión Cristianodemócrata (CDU), partido del que fue diputado en el Bundestag entre 1969 y 1981 e incluso vicepresidente.

Elegido alcalde de Berlín occidental en 1981, dejó voluntariamente este cargo tres años más tarde para poder asumir la candidatura a la Presidencia en mayo de 1984, puesto al que accedió con el respaldo de todos los partidos. En septiembre de 1990 firmó el tratado para la unidad política de Alemania, y el 2 de octubre presidió la ceremonia de la reunificación ante el Bundestag -actual sede del Parlamento- y la Puerta de Brandemburgo de Berlín, que le convirtió en el primer jefe de Estado de la Alemania reunificada.