La juez puso ayer en libertad con cargos al empresario de 80 años Jacinto Silverio Moreno, que el pasado domingo acabó con la vida de un hombre que había entrado a robar en su vivienda situada en el municipio tinerfeño de Güímar. El anciano está acusado de los supuestos delitos de homicidio y tenencia ilícita de armas al carecer de la documentación necesaria para poseer el revólver con el que disparó al fallecido, que ha sido identificado como J. C. R con residencia en Las Moraditas de Taco en Santa Cruz de Tenerife.

La titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 2 de Güímar, Sonia Martínez Uceda, tomó declaración durante la tarde de este martes al citado empresario, que había sido detenido a la mañana siguiente de producirse el asalto a su domicilio como el autor del disparo mortal que acabó con la vida de J. C. R. Los guardias civiles trasladaron a Siverio Moreno hasta las dependencias de la Guardia Civil en Ofra, donde permaneció hasta poco antes de las doce del mediodía de ayer, cuando pasó a disposición del Juzgado.

El acusado esgrimió en su defensa que se vio obligado a actuar con un arma de fuego, presuntamente un revólver para el que carecía de la correspondiente licencia, ante la violencia desatada por los dos encapuchados que accedieron poco después de las 21.30 horas al interior de su finca Villa Carlota, en el Camino del Tonazo, en el municipio de Güímar. Según declaró a la Guardia Civil, los dos delincuentes vestían de negro, llevaban capuchas, guantes y máscaras. Además, portaban entre otros objetos un arma de fuego, que los investigadores creen que era simulada, cinta americana para atar a sus víctimas y barras de hierro con las que la emprendieron a golpes contra el matrimonio.

El grado de violencia desatada contra la esposa de Jacinto Siverio fue tal que ésta presenta fractura en uno de sus brazos. Este hecho, junto con las amenazas vertidas contra la pareja ante el escaso botín que pudieron conseguir en un primer momento, presuntamente desembocó en la escena en la que el empresario se ofreció a darles más dinero que dijo guardar en una caja en un cuarto contiguo. Sin embargo, Jacinto Silverio Moreno regresó con el arma de fuego y probablemente el fallecido trató de hacerle frente y arrebatársela, por lo que Moreno efectuó un disparo que alcanzó una de las mejillas de J. C. R., que cayó mortalmente herido. Su cómplice aprovechó la confusión para huir con una mochila.

Minutos después un familiar de las víctimas alertó al 112, que envió dos ambulancias del Servicio de Urgencias Canario (SUC), así como las policías locales de Güímar y Arafo y la Guardia Civil. Cuando el personal sanitario llegó al lugar sólo pudo certificar el óbito de J. C. R., por lo que la Benemérita acordonó la zona hasta la llegada de la Policía Judicial, la médico forense y la juez de guardia que ordenó el levantamiento del cadáver.

La magistrada valoró varios condicionantes para poner en libertad al presunto homicida. La principal causa sería el miedo insuperable ante la extrema violencia que emplearon los dos delincuentes que entraron a robar. A ello se suma el hecho de la alevosía que demostraron, así como la premeditación, la nocturnidad y la situación del domicilio ubicado en una finca donde no existen vecinos próximos. Todo ello, unido a que Jacinto Siverio Moreno es una persona de avanzada edad y carece de cualquier tipo de antecedentes penales, habló en su favor de cara a quedar en libertad con cargos.

Sin embargo, el empresario tendrá que acudir los días 1 y 15 de cada mes al juzgado a firmar. Asimismo, la juez le retiró el pasaporte y le prohibió salir del país.